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Un verdadero drama es lo que vive un migrante venezolano, cuyos documentos fueron robados y ahora se encuentra varado en el Aeropuerto Jorge Chávez, ubicado en Lima (Perú). Ya lleva un mes en el sitio.
Según informó la prensa local, Diuliana Sánchez Pereira, es la identidad de la desafortunada joven, de 28 años. Entre los documentos que perdió estaba el permiso de residencia.
Indicó que solicitó salvoconducto para ingresar al país, pero esto fue desmentido por la Embajada del Perú en Italia.
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Indicó que, en 2023, la Superintendencia Nacional de Migraciones le concedió permiso para salir del país durante un mes. Esto se debió a un viaje que debía realizar a Europa el 24 de septiembre de ese año.
Visitó París (Francia), así como Roma y Venecia en Italia. En este último país todos sus planes cambiaron repentinamente. Afirmó que fue víctima de un robo.
Lo más grave es que Los delincuentes le quitaron la billetera donde tenía su pasaporte y permiso de trabajo.
DEBE REGRESAR A VENEZUELA
En consecuencia, acudió primero a la Embajada del Perú en Italia. Allí no pudieron ayudarla con su pedido de salvoconducto.
Le dijeron que tenía que acudir a la Embajada de Venezuela para que le otorgaran ese salvoconducto. lo que sólo le permitiría ir a su país de origen.
Es por esto que no se puede salir del área internacional del Aeropuerto Jorge Chávez. Una vez que llegue a Venezuela, deberá tramitar su pasaporte nuevamente. La joven permaneció en esta situación durante un mes.
TESTIMONIOS
“Esto es cero privacidad. Son los lugares donde duermen, se puede entender por lo que mucha gente está pasando aquí. Guardo mis cosas y me voy a la cama. Hace dos días me dieron desayuno y almuerzo a las 6:00 de la tarde. Para bañarme, a partir del cuarto día me permitieron bañarme. Estuve cuatro días sin poder bañarme, con la misma ropa”, contó a un programa de investigación.
“Tampoco te permiten visitas. Tengo mi ropa aquí, pidieron permitir el acceso al menos a ropa interior, medias o incluso eso. No puedo soportarlo más, no puedo soportarlo más. Llevo un mes aquí, duermo mal, me duelen los huesos, me duele la columna, Me duele la cabeza, me duele el estómago. Ni siquiera tengo suficiente dinero para comprar medicinas. “Me siento sola”, añadió.
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