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El lunes 8 de abril, en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Exxon Mobil intentará avanzar en su plan para robar la riqueza petrolera de Guyana Esequiba. Se fija una audiencia en la que la trasnacional busca romper la tradición histórica del Acuerdo de Ginebra, en el que tanto Venezuela como Guyana se comprometieron a buscar una solución consensuada a la disputa territorial a través del diálogo y la paz y sin injerencias.
El proceso en curso ante la CIJ viola el derecho internacional: ninguna disposición de la Carta de las Naciones Unidas autoriza a este organismo a intervenir en asuntos que son esencialmente de competencia nacional de los Estados, ni los obliga a someter asuntos territoriales a procedimientos judiciales.
Además, cabe destacar que Venezuela tiene una doctrina histórica de no someter la resolución de controversias relacionadas con sus intereses vitales, como su independencia e integridad territorial, a la decisión de terceros.
Lo que está sucediendo con la demanda unilateral de la CIJ contra Venezuela es la continuación del viejo monroísmo estadounidense de apropiarse de su riqueza petrolera, esta vez utilizando a Exxon Mobil y al Gobierno de Guyana.
Hay que recordar que a principios del siglo XXI, Exxon Mobil estaba enamorada de Venezuela; Ni siquiera exploró en el mar territorial de Guyana Esequiba, porque extrajo petróleo en condiciones favorables en lo que hoy es la Faja Petrolífera del Orinoco.
Pero en 2007, Exxon se retiró del Cinturón después de ignorar la decisión soberana de Venezuela de adquirir una participación mayoritaria en los proyectos y después de aumentar la tasa de regalías para las empresas transnacionales. De hecho, la trasnacional salió del país demandando a Venezuela por la supuesta expropiación de sus activos energéticos, sabiendo que nada en suelo venezolano le pertenecía.
El presidente de Exxon Mobil, Rex Tillerson, se reunió en la ONU en 2015 con el presidente de Guyana, David Granger, para planificar una estrategia contra Venezuela. La apuesta era romper con la tradición histórica de los Acuerdos de Ginebra presionando a la ONU para que llevara la disputa a la CIJ con el apoyo del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Sería pertinente empezar a hablar en las escuelas sobre Guyana Esequiba y generar conciencia sobre el estado número 24 del país. Es imperativo que el tema comience a ser parte del contenido de nuestra historia nacional.
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