Benjamin Netanyahu acaricia de nuevo el poder en Israel

Segn las encuestas a pie de urna, el bloque del lder del Likud habra obtenido mayora para formar Gobierno en las elecciones legislativas

Tras cinco elecciones en menos de cuatro aos en Israel, el lder conservador Benjamin Netanyahu habra obtenido una mayora ajustada para volver al poder. Segn los sondeos a pie de urna, el bloque del ex primer ministro alcanza 62 de los 120 escaos de la Knsset. Dado que el duelo es tan reido, cada voto en el recuento es decisivo, aunuqe en el sector derechista y religioso ya se celebraba la victoria en el fracturado pas.

Al frente de la coalicin ms heterognea en la historia de Israel, que cay en junio, el lder centrista Yair Lapid ha obtenido el mayor logro del partido que cre hace 10 aos Yesh Atid (Hay Futuro) con 24 escaos a seis del Likud pero insuficiente ante los malos resultados de sus aliados en el bloque y los partidos rabes, la movilizacin de los dos partidos ultraortodoxos y sobre todo el auge del diputado ultranacionalista Itamar Ben Gvir que se uni al partido Sionismo Religioso para convertirse en la tercera fuerza. Para evitar que sea tambin ministro, se empiezan a escuchar voces a favor de un Gobierno de unidad aunque no parece que sean escuchadas.

El vuelco poltico, si se confirma, se debe tambin al ndice ms alto de participacin (71,3%) desde 2015. A medida que aumentaba el porcentaje durante la jornada electoral, creca la preocupacin en el bloque de Lapid porque elevaba el umbral de votos (3,25%) y obligaba a los partidos ms pequeos, que no se unieron como en la derecha, a una mayor cuota de votos. El partido laborista, el izquierdista Meretz y las tres listas rabes trabajaron hasta el cierre de las urnas. La gran pregunta este martes fue si el partido rabe radical Balad lograba contradecir todos los sondeos a pie de urna y entrar en la Knsset lo que quiz causara un nuevo empate.

6.788.804 israeles, 210.720 ms que en 2021, estaban convocadas en los comicios ms decisivos que se recuerdan. Las 39 listas, desde el Likud hasta el “partido de los piratas” que nunca falla a la cita, buscaron asegurarse el voto de los suyos y atrapar a los indecisos que este fin de semana se calculaba en unos 200.000. Un tercio dudaba si cambiaba de bloque. De ah llega parte de la virtual victoria conservadora.

El primer ministro ms longevo en Israel (96-99 y 2009-2021) ha sufrido y disfrutado de lo que puede suponer un duelo reido. Sonri en 96 cuando gan a Simn Peres por apenas 30.000 votos de diferencia y llor en 2019 cuando se qued sin mayora porque sus aliados en la derecha- aunque enemigos en lo poltico y lo personal -Naftali Bennett y Ayelet Shaked- se quedaron a 1.400 votos de la Knsset.

Por primera vez desde el 2009, Netanyahu no acudi a las urnas como primer ministro, aunque repiti la estrategia de alentar a los suyos avisando que la votacin en los feudos del centro izquierda eran superiores a las del Likud. De hecho, tuite una imagen sin detallar que corresponda a las elecciones del 2019. “Salid a votar! Tras el aumento de los ataques terroristas, estamos muy cerca de acabar con el Gobierno de Lapid, la izquierda y Abbas”, en alusin al lder del partido rabe Ra’am.

“Espero acabar el da con una sonrisa”, dijo Netanyahu que acudi al Muro de las Lamentaciones en Jerusaln en la vspera de las elecciones mientras Lapid fue al cementerio para rendir tributo a su padre y superviviente del Holocausto Tommy Lapid. “Siempre me dijo recordar que el milagro ms grande que nos ha pasado es que los judos tengan su propio pas. Le promet esta maana que seguiremos trabajando duro para asegurar el futuro de este milagro”, seal antes de votar en su barrio de Ramat Aviv y pedir “ir a votar por el futuro de nuestros hijos”.

Para Lapid, al frente del bloque ms heterogneo y desordenado, el gran objetivo era empatar. Evitar los 61 escaos de su nmesis, seguir como primer ministro y atraer miembros de la oposicin conscientes que no es lo mismo ser fiel a Netanyahu sin estar en el Gobierno.

El desesperado llamamiento de los lderes de los lderes rabes, enfrentadas entre ellos, se combin los avisos de la izquierda sobre la posibilidad de que el ultraderechista Ben Gvir sea ministro. “En el pasado tambin hubo lderes antirabes, pero luego llegaron al poder y no pas nada. Ben Gvir es una amenaza ms haca los judos y sus valores que haca nosotros“, comenta el analista Jalal Banna a este diario.

“Estamos hartos, pero voto para ver si todo acaba ya”. Esta idea repetida en diferentes versiones recorri las urnas desde la nortea Galilea hasta el sureo Nguev pasando por la cntrica Tel Aviv. Unos deseaban que todo acabase con la vuelta de Netanyahu al poder y otros, ligeramente menos, con su abandono de la poltica para ocuparse de su juicio por corrupcin. Todos coincidan que unas sextas elecciones seran “demasiado”. Algo que ya dijeron tras las terceras y cuartas en una crisis sin precedentes.

“En el pasado vot a Netanyahu y Bennett pero ahora dudo entre Netanyahu y Gantz”, afirma Edi que se desmarca del que llama “extremista Ben Gvir”. “Se habla mucho de la economa, pero en Israel al final lo que decide es la seguridad“, en alusin a la peor ola de atentados palestinos desde el 2015. Baza que ha jugado a favor del bloque derechista en las urnas ms all de su reaccin a la participacin de un partido rabe islamista en la coalicin en el ltimo ao.

Llegadas a Israel hace 12 aos desde Ecuador, Mali Vergara y Andrea Ontaneda, votaron por quinta vez desde 2019. “Yo soy ms de derechas y deseo que Israel mantenga su esencia juda. En las ltimas elecciones vot a Netanyahu pero no quiero que pacte con los radicales, por lo que me planteo votar a Gantz”, explic Vergara mientras Ontaneda vot al laborismo “porque si no seguro que Bibi es primer ministro. Yo quiero un pas libre y sin coaccin religiosa“.

A la espera del recuento final este mircoles, Netanyahu acab la jornada con una sonrisa. A los 73 aos, su vuelta al poder est cerca para gozo del bloque derechista y religioso y disgusto del sector ms liberal y secular del pas.