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Las urnas cerraron este domingo en Brasil en medio de un clima de tensin y sospecha. La cuarta democracia ms grande del mundo se pronunci acerca de dos proyectos totalmente antagnicos: la continuidad de Jair Bolsonaro en la presidencia o el regreso de Luiz Incio Lula da Silva al Palacio del Planalto.
Las elecciones se cerraron a las 17:00 (21:00 de Espaa) y, a diferencia de lo que sucedi en la primera vuelta el 2 de octubre, ganada por el izquierdista Lula por 48,4 contra 43,2 del derechista duro Bolsonaro, en el balotaje que se desarroll en el ltimo domingo de octubre los ciudadanos de las grandes ciudades exhibieron con mucha ms confianza su opcin poltica.
Si hace cuatro semanas la advertencia era de no salir a la calle vistiendo de rojo (Lula) o de verde-amarillo (Bolsonaro), lo que mostr Sao Paulo -la mayor ciudad de Occidente- en las primeras horas de desarrollo del balotaje fue a muchos votantes revelando abiertamente sus preferencias: camisetas, fotos de los candidatos, pegatinas con el nmero de lista.
“Lula, Lula!”, cantaban grupos de jvenes en las calles de Bela Vista, en el centro de So Paulo. “Veintids!”, gritaban otros, dos calles ms all, mentando el nmero de lista del actual presidente. Primaba la alegra por sobre la innegable tensin poltica que vive el pas, graficada el sbado con el asombroso incidente de una diputada federal bolsonarista, Carla Zambelli, persiguiendo, arma en mano, a un hombre por las calles de Sao Paulo.
Con el correr de las horas, un escndalo fue tomando forma en la jornada electoral: el Partido de los Trabajadores (PT) denunci que la Polica Federal de Carreteras (PRF) se dedic a detener autobuses con votantes para revisar su documentacin. Se restringe as, alega el partido de izquierdas, el derecho a votar. Segn ‘Folha de Sao Paulo’, las requisas en los autobuses aumentaron un 70% respecto de la primera vuelta.
La queja del PT apunta a que se afecta especialmente a sus potenciales votantes, aquellos que viven en zonas rurales de los Estados del empobrecido Nordeste y dependen del transporte pblico para votar. El partido de Lula pidi al Tribunal Superior Electoral (TSE) el ingreso en prisin de Silvinei Vasques, jefe de la PRF y que en sus redes sociales ha pedido el voto por Bolsonaro. Alexandre de Moraes, presidente del TSE, convoc a Vasques para que le diera explicaciones.
“La gente de la zona rural se siente intimidada y no acude a votar. Mucha gente no acudi a votar por miedo a tener que pasar por el operativo montado por la PRF en la entrada principal de la ciudad. Estn en la entrada de la ciudad con un vehculo y un remolque, incluso haciendo pruebas de alcoholemia”, dijo a “O Globo” el alcalde de Cuit, en el Estado de Paraba.
Sin embargo, De Moraes concluy en que nadie que pretendiera emitir su voto se qued sin hacerlo: “El dao que se caus a los votantes fue eventualmente el retraso. Pero lo dir de nuevo, ningn autobs volvi al origen. Todo el mundo vot”.
Antes de que surgieran esas denuncias, Bolsonaro, que fue a votar poco despus de que los locales de votacin abrieran a las ocho de la maana, dijo creer que revertir el resultado de la primera vuelta y ganar. “Tuvimos buenas noticias en los ltimos das. Si Dios quiere, saldremos victoriosos hoy a la noche. O mejor dicho, es Brasil el que ganar”, dijo el presidente, de 67 aos, tras emitir su voto en Ro de Janeiro.
Lula ha votado en Sao Bernardo do Campo, la ciudad de la periferia paulista que lo vio crecer y convertirse en lder sindical, primero, y poltico, luego. “Es el da ms importante de mi vida”, dijo el dos veces presidente de Brasil (2003-2011), que a los 77 aos busca una tercera presidencia.
“Creo que es un da muy importante para el pueblo brasileo, porque hoy el pueblo est definiendo el modelo de Brasil que desea. Estoy convencido de que el pueblo brasileo va a votar un proyecto en el que la democracia sea la vencedora”.
elecciones presidenciales
Un regreso de Lula al Palacio del Planalto sera todo un impacto poltico a nivel regional y mundial. Significa el final para cuatro aos de presidencia de Bolsonaro, que se ha mirado en muchos aspectos en el espejo del ex presidente estadounidense Donald Trump, y una revancha personal para el lder del Partido de los Trabajadores tras haber pasado casi dos aos en la crcel entre 2018 y 2019, condenado por corrupcin.
Sergio Moro, el juez que lo conden en primera instancia, se convertira luego en ministro de Justicia de Bolsonaro, del que se distanci para volver a acercarse en esta campaa electoral. El Tribunal Supremo anul las condenas a doce aos y un mes de prisin impuestas a Lula, aunque no lo declar inocente: solo estableci que los tribunales que actuaron en sus casos eran incompetentes.
La eleccin de este domingo, que convoca a 156 millones de brasileos a las urnas, se juega en buena parte en dos mundos muy ajenos, aunque con puntos de contacto: las redes sociales y la religin.
En pases vecinos como Argentina y Uruguay, un candidato puede tranquilamente declararse ateo sin que sus posibilidades de ganar peligren. En Brasil, no. Bolsonaro tiene una poderosa alianza con los muy influyentes grupos evanglicos, de fuerte presencia en el Congreso, medios de comunicacin y el propio gobierno federal. Dios es, para el presidente, el mayor elector.
Lula, terico representante de algo equiparable a una socialdemocracia europea, firm y present en un acto una “Carta Pblica al Pueblo Evangelista” comprometindose a “defender la vida”, lo que significa un “no” al aborto, aunque se preocupara por aclarar que es su postura personal, y que el tema ser finalmente decidido por el Congreso. En las ltimas semanas, las redes sociales de Lula se encargaron de aclarar que el ex presidente no tiene “relacin con el demonio” ni se ha reunido con l.
La aclaracin, que puede sonar inslita, fue considerada vital por los equipos de Lula ante la difusin de videos editados en los que se haca hablar al ex presidente de su relacin con el diablo.
Al igual que hace cuatro aos, cuando sus seguidores celebraron su victoria al grito de “Facebook, facebook, whatsapp, whatsapp!”, Bolsonaro volvi a mostrarse como un consumado experto en la manipulacin mediante las redes sociales. En solo diez das de octubre, entre el 16 y el 25, momento clave de la campaa, el equipo del candidato derechista gast 3,5 millones de dlares en avisos en Google.
Con el apoyo redoblado de Trump y el futbolista Neymar en las ltimas horas y un acto poltico en Belo Horizonte montado en una moto, Bolsonaro aceler hacia lo que espera que sea una victoria. Fue el cierre de una campaa en la que el presidente puso su mayor esfuerzo en las redes sociales, mientras que Lula apostaba sobre todo a actos de formato ms tradicional, como la festiva caminata del sbado por la Avenida Paulista, en So Paulo.
El recuento de los votos, emitidos por un mtodo electrnico suele ser veloz, aunque hay que esperar unas horas hasta que la tendencia se confirme: los votos de las ciudades y Estados con ms fuerza de la derecha suelen ingresar al recuento antes que los de aquellos sitios con predominio de la izquierda. Sucedi en 2014, en la eleccin entre Dilma Rousseff y Aecio Neves, y tambin en la primera vuelta de este ao entre Lula y Bolsonaro.
Con el predominio bolsonarista en los estados del sudeste y la duda de qu suceder en Minas Gerais, una especie de “Ohio brasileo” que refleja la tendencia nacional, una gran clave estar en la diferencia que Lula pueda sacarle a Bolsonaro en el empobrecido nordeste: el PT aspira a que sea un 70-30, pero la derecha gobernante busc horadar esa fortaleza, algo que fue evidente en el ltimo debate. Si Bolsonaro logra evitar una derrota contundente en esos estados, sus esperanzas de victoria tendrn sentido.
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