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Sern cuatro semanas de alta tensin que desembocarn en un 30 de octubre muy especial, un da que pondr a prueba la democracia brasilea. La fuerza de Jair Bolsonaro, la frustracin de Luiz Incio Lula da Silva y el fracaso generalizado de las encuestadoras conforman un cctel cuyo sabor an no se conoce. Ni mucho menos quien se lo terminar bebiendo.
“Lula tendr que salir de la zona de confort: competir pidiendo el amor del votante parece insuficiente”, analiz en la noche del domingo Folha de So Paulo, un diario atacado en forma insistente por Bolsonaro en sus cuatro aos de gobierno.
A veces se gana perdiendo y se pierde ganando. Bolsonaro gan perdiendo, porque la totalidad de las encuestadoras lo situaban entre diez y 15 puntos por debajo de Lula, y termin a cinco. Y Lula pierde ganando, porque el sbado ya hablaba de resolver el asunto en la primera vuelta y tener as ms tiempo para preparar su gobierno.
Nada de eso: Lula sum un 48,43 por ciento de los votos, contra el 43,20 de Bolsonaro, la menor diferencia entre el primero y el segundo en la era democrtica iniciada en los aos 80 en Brasil. Entre ambos se fagocitaron a las terceras opciones encarnadas en Simone Tebet y Ciro Gomes, reducidos a un siete por ciento en la suma de ambos. Pero esos 8,5 millones de votos sern decisivos, y los dos candidatos ya comenzaron a cortejarlos en la misma noche del domingo.
“Esto es apenas una prrroga (…). La lucha continua hasta la victoria final”, afim el dos veces presidente de la primera economa de Amrica Latina, que luci un tanto cansado tras la votacin. “Ahora la confianza es total”, asegur un Bolsonaro con rostro en tensin y que no se priv de criticar a las encuestadoras y sus fallidos pronsticos.
Ver a Lula a poco ms de un punto y medio del objetivo del 50 por ciento genera la engaosa sensacin de que el ex presidente tiene la segunda vuelta casi ganada. Es el favorito, s, pero tanto l como Bolsonaro dijeron en varias ocasiones que la segunda vuelta sera una eleccin completamente distinta, una nueva historia. Y tienen razn.
La participacin rond el 80 por ciento, y es presumible que el 30 de octubre vote ms gente. Izquierda desmovilizada por la sensacin de que ganaba o derecha que se qued en casa porque las encuestas decan que todo estaba perdido? Ah estar parte de la respuesta.
Por otra parte, Bolsonaro no est a 5,23 puntos de Lula, sino a 4,18, porque los votos logrados por Soraya Thronicke (quinta con 0,51 por ciento), Felipe D’Avila (sexto con 0,47) y el (falso) padre Kelmon (sptimo con 0,07) irn sin pensarlo al bolsillo de Bolsonaro. Y entre los votantes de Tebet y Gomes habr que ver qu prima ms, si el rechazo profundo a Lula y su partido o el temor que genera el actual inquilino del Palacio del Planalto.
“Estoy muy preocupado por lo que sucede en Brasil. En 42 aos de poltico nunca vi una situacin tan compleja ni amenazante. Denme algunas horas para hablar con mis compaeros”, dijo Gomes, al que los medios presionan con el mismo pedido que se le hace a Tebet, a quin pedirn votar? Tebet dijo que llegado el momento no eludir el asunto, pero no concret nada.
Consultada por EL MUNDO, el instituto de encuestas IPEC, que haba vaticinado 51 por ciento para Lula y 36 para Bolsonaro, pidi lo mismo que Gomes y Tebet: tiempo para entender qu sucedi.
Bolsonaro, de 67 aos, tuvo muchos ms votos en el sur y sureste del pas, en especial en Ro y So Paulo, suficientes para dejar en ridculo esas encuestas que no vieron venir uno de los grandes datos del da: el presidente obtuvo ms votos y porcentaje que en la primera vuelta de 2018.
“Nunca gan una eleccin en la primera vuelta, todas las gan en la segunda”, argument Lula, que este mes cumplir 77 aos y se presenta por sexta vez a unas elecciones presidenciales.
Nadie duda de la intencin de Lula de ganar, pero el panorama que se le presenta, incluso imponindose a Bolsonaro, es sombro: a diferencia de lo sucedido hasta ahora, el grupo mayoritario del Senado ser bolsonarista, con xitos de muchos ex ministros del presidente. Tambin del ex juez Sergio Moro, que conden a Lula por corrupcin. “Jams lo apoyar en una segunda vuelta”, dijo el ex ministro de Justicia de Bolsonaro, nuevo senador por el Estado de Paran y distante del gobierno.
En la Cmara de Diputados el grupo ms nutrido es tambin el del bolsonarismo, que sube de 76 a 99 asientos. Si gana, gobernar ser para Lula mucho menos sencillo que en 2003-2011.
“El resultado de la primera vuelta crea una situacin de altsima ingobernabilidad debido al casi imposible dilogo entre un posible gobierno de Lula y una parte importante del Congreso”, advirti en Folha Mathas Alencastro, del Centro Brasileo de Anlisis y Pensamiento.
“Este impasse amenaza agendas cruciales para la recuperacin de Brasil y para la propia condicin humana, empezando por la ciencia y el medio ambiente. A partir de hoy, Brasil debe prepararse para un escenario poltico conflictivo, inestable e imprevisible, como el francs tras la reeleccin de Emmanuel Macron o el estadounidense tras la problemtica eleccin de Joe Biden”, aadi.
Otro problema se plantea a partir de la posibilidad, bastante cierta, de que Lula gane por una diferencia mnima, un 51 a 49. Cul sera la reaccin de Bolsonaro, que este domingo acept sin chistar los resultados, pero que ha venido advirtiendo de la posibilidad de un fraude, tal como lo hizo Donald Trump en 2020?
El analista poltico Mario Vitor Rodrigues cree que lo que el ciudadano quiere es empleo y pagar sus cuentas. “El espantajo del golpe de Estado solo asusta al que ya vota al PT”.
Ser tambin importante ver en estas cuatro semanas cmo se mueven las poderosas iglesias evanglicas, muy inclinadas a favor de Bolsonaro y capaces de movilizar muchos votos, as como la propia actitud de Lula y su grupo poltico. Si no cambian, el 30 de octubre pueden perder, vaticin O Globo en un editorial publicado este lunes: “Si Lula quiere ser el lder de una coalicin plural por la democracia, tiene que actuar como tal, y no como el ungido de un estrecho grupo poltico que, la ltima vez que ocup el poder, dej un legado de ruina fiscal y corrupcin. Tiene cuatro semanas para explicar cmo rescatar a Brasil del abismo bolsonarista. De lo contrario, las elecciones podran darle otra desagradable sorpresa”.
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