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El ministro de Seguridad panameño, Juan Manuel Pino, dijo que tomarán medidas contundentes para detener el flujo migratorio por la selva del Darién.
“El daño que estamos sufriendo es irreversible. Panamá ha tomado la decisión de convertir este tema humanitario en un tema de seguridad nacional por los efectos que nos está dejando esta migración”, dijo durante un comunicado a la nación.
Antes de anunciar las decisiones que se tomarán, adelantó que este viernes visitarán la selva. Al lugar asistirá una comisión gubernamental integrada por seis ministerios.
“Estaremos en la evaluación de Darién, porque pronto habrá medidas y acciones fuertes en este tema”, afirmó.
El ministro enfatizó que Panamá ha manejado este tema de manera responsable y humanitaria. Sin embargo, enfatizó que no hay descanso para los organismos estatales cuando se trata de migrantes.
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“Muchas veces estas personas moribundas y fatigadas terminan en la selva”, en este sentido explicó que han superado sus capacidades para poder cuidarlos.
“Les informaremos una vez que regresemos de la gira y la próxima decisión que tomará el Gobierno Nacional al respecto”, dijo.
Sin embargo, sí ofreció un breve adelanto de lo que podría venir. “Recuerden que Darién no es un sendero, es una selva”, concluyó.
En Darién, los migrantes deben enfrentar ríos fuertes y turbulentos, montañas traicioneras, insectos y serpientes. Estos peligros pueden causar lesiones graves e incluso la muerte.
Además, también son vulnerables a los ataques y la violencia de los traficantes de personas. Estos delincuentes suelen aprovecharse de las personas más vulnerables, robándoles su dinero y sus posesiones y sometiéndolas a abusos físicos y psicológicos.
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