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Lot-et-Garonne es un departamento del suroeste de Francia que nace de la unión del territorio y dos ríos: el Lot y el Garona. Por tanto, no es de extrañar que encontremos allí algunos de los jardines más bellos de Francia. Las historias de estos mini Edénes son sorprendentes y poco conocidas. El pintor impresionista Claude Monet vino a su casa de Temple-sur-Lot para comprar cientos de nenúfares para su jardín de Giverny. No muy lejos de allí, en Nérac, la leyenda cuenta que otro jardín habría sido escenario de una breve pero apasionante historia de amor entre una tal Fleurette y Enrique de Navarra, futuro rey Enrique IV, dando origen al verbo “coquetear”. Finalmente, los huertos de Vincent Beylard permitieron a este local convertirse en campeón mundial de jam.
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