[ad_1]
El escritor israelí reflexiona sobre estos últimos tres meses: “Cada mañana reviso la lista de soldados caídos, mi corazón late aceleradamente. Digo sí a cada petición: lleno mi agenda para no tener tiempo para la tristeza”.
[ad_2]
Creemos en la Verdad
[ad_1]
El escritor israelí reflexiona sobre estos últimos tres meses: “Cada mañana reviso la lista de soldados caídos, mi corazón late aceleradamente. Digo sí a cada petición: lleno mi agenda para no tener tiempo para la tristeza”.
[ad_2]