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El lder del grupo de mercenarios recluta presos en Rusia y les promete el indulto a cambio de luchar seis meses en Ucrania. Si flaquean, sern fusilados
Conocidos por su brutalidad, los mercenarios pro Kremlin del grupo Wagner buscan sangre nueva en Rusia. El lder del grupo, Evgenij Prigozhin, conocido como “el cocinero de Putin”, ha ido en busca de nuevos reclutas a una prisin rusa, y ha ofrecido a los presos un indulto completo a cambio de seis meses de servicio militar en Ucrania.
“En seis meses volveris a casa y habris sido indultados, sin posibilidad de volver a prisin”, lanza Prigozhin, de 61 aos, a los reclusos de una crcel en el centro de Rusia, en unas imgenes difundidas por el entorno del opositor ruso Alexei Navalny y de las que se hace eco The Times. Eso s, la atractiva oferta tiene una cara B: “Quienes se nieguen a luchar despus de llegar a Ucrania sern clasificados como desertores y fusilados”.
Las normas para la estancia en Ucrania tambin denotan un tremendo control de las tropas por parte del grupo paramilitar, dirigido por este ex vendedor de perritos calientes convertido en magnate del catering… y de la guerra. Los presos que acepten combatir en Ucrania tendrn prohibido el alcohol y las drogas, pero tambin el sexo, y por si acaso quedaba algn resquicio de duda respecto a esto ltimo, Prigozhin especifica: “Estar completamente prohibido tener contacto sexual con mujeres locales, con flora, fauna, con hombres, con quien sea”.
Los presos reclutados llegarn a Ucrania con dos granadas y una advertencia velada de que, en caso de problemas, debern recurrir a inmolarse: “Nadie se retira, nadie retrocede, nadie cae prisionero”. “Hay alguien ms que pueda liberaros de diez aos de prisin? Hay dos personas: Al y Dios, que pueden sacaros en una caja de madera. Yo puedo sacaros con vida”.
“La guerra es dura”, advierte Prigozhin. “No es como ninguna otra guerra, ni Chechenia ni nada. Estamos utilizando ms del doble de la municin que en Stalingrado”. El primer grupo de presos que viaj a Ucrania estaba formado por reclusos que cumplan largas condenas en San Petersburgo. “40 de ellos entraron en las trincheras de los enemigos y los cortaron con cuchillos”, relata el caudillo, antes de dar a los presos cinco minutos para tomar una decisin.
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