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El ex Ministro del Interior polaco, Mariusz Kaminski, en huelga de hambre desde que ingresó a prisión para cumplir un castigo por corrupción, es alimentado a la fuerza. Kaminski y su entonces adjunto Maciej Wasil, también en huelga de hambre, fueron detenidos el día 9 en el Palacio Presidencial, donde se habían refugiado bajo la protección de la fe del Estado. Andrzej Duda.
Según lo anunció el propio Duda, un fanático del partido Ley y Justicia (PiS), al igual que los reclusos, las autoridades penitenciarias alimentaron a la fuerza a Kaminski, por lo que pidió una vez más al ministro de Justicia, Adam Bodner, que pusiera fin a su encarcelamiento y al de Vasicl. “Puedes hacerlo en cualquier momento”, dijo.
Las esposas de los detenidos también exigieron su liberación y pidieron al arzobispo Stanisaw Gdecki, presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, que intercediera ante el ministro. El jueves, el arzobispo envió una carta a los detenidos, clasificados como presos políticos, comprometiéndose a realizar una intervención humanitaria delante de Bodnar si estaban de acuerdo.
El Ministro, que también ocupa el cargo de Fiscal General, no se ha mostrado receptivo a las peticiones de clemencia y su argumento es claro. “Si adoptáramos el principio de que todos los que mueren de hambre son liberados, tendríamos miles de personas hambrientas en las cárceles polacas”, afirma.
Según Bodnar, la Guardia Penitenciaria, supervisada hasta el cambio de Gobierno por políticos del club Ley y Justicia, tiene garantías de que no caerá ni un pelo de la cabeza de los presos, y él devolvió la pelota al tejado de Duda.
La semana pasada, el presidente anunció que, a petición de sus esposas, había iniciado un procedimiento de indulto contra Kaminski y Wsik en virtud de la Ley de Procedimiento Penal y pidió a Bodnar que suspendiera sus penas y los liberara mientras estaba pendiente el proceso del indulto.
Pero según el ministro, no hay ninguna razón para liberar a Wsik y Kamiski en este momento, a menos que exista un indulto presidencial. “Si el presidente toma esa decisión mañana, dentro de una semana, dentro de 15 días, se aplicará”, afirma Bodnar.
Las condenas de Kaminski y su adjunto Maciej Wasi se produjeron tras un litigio que duró un año. En 2015, el presidente Duda concedió a Kaminski una amnistía que le permitió ascender al cargo de ministro del Interior. Kaminski había sido acusado previamente de abuso de poder como jefe de la Agencia Polaca Anticorrupción. Los jueces consideraron probado durante el juicio que utilizó cebos ilegalmente. El año pasado, el El Tribunal Supremo de Polonia decidió reabrir el caso. Kaminski y Wasik fueron condenados a dos años de prisión.
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