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El ex presidente francés Nicolas Sarkozy será juzgado en 2025 por acusaciones de que recibió dinero del fallecido dictador libio Muammar Gaddafi para financiar una de sus campañas electorales, dijeron los fiscales el viernes.
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Se espera que en el juicio se escuchen pruebas explosivas de que el derechista, junto con otros 12 coacusados, conspiraron para extorsionar al líder libio para financiar ilegalmente su exitosa candidatura a la presidencia en 2007.
Sarkozy, que ha enfrentado una letanía de problemas legales desde que asumió el cargo, niega las acusaciones libias, las más graves que ha enfrentado.
El hombre de 68 años ya ha sido condenado dos veces por soborno y tráfico de influencias en casos separados que involucran intentos de influir en un juez y financiamiento de campaña.
Sarkozy apeló ambas sentencias.
Otros procesados por presunta corrupción en Libia incluyen a pesos pesados como la ex mano derecha de Sarkozy, Claude Guéant, su entonces jefe de finanzas de campaña, Eric Woerth, y el ex ministro Brice Hortefeux.
La investigación fue provocada por revelaciones del sitio de investigación Mediapart, que publicó un documento que pretendía demostrar que Gadafi había acordado darle a Sarkozy hasta 50 millones de euros (54 millones de dólares al cambio actual).
Los dos líderes disfrutaron de relaciones sorprendentemente cordiales, y Sarkozy permitió que el hombre fuerte libio instalara su tienda beduina frente al Palacio del Elíseo durante una visita de Estado a Francia pocos meses después de su elección.
Sarkozy ha sido noticia en las últimas semanas en Francia después de publicar el segundo volumen de sus memorias y sugerir que áreas de Ucrania ocupadas por Rusia después de la invasión del Kremlin del año pasado podrían necesitar ser reconocidas como rusas.
También dijo que la región anexada de Crimea seguiría siendo rusa y que “cualquier vuelta a la situación anterior es una ilusión”.
Sarkozy desempeñó un papel de liderazgo en las negociaciones para la retirada parcial de Rusia de Georgia después de que el presidente ruso Vladimir Putin invadiera el país en 2008 y él y su primer ministro Francois Fillon disfrutaron de relaciones amistosas con el líder del Kremlin.
Sarkozy está siendo investigado por separado por posible tráfico de influencias después de recibir un pago de tres millones de euros de la compañía de seguros rusa Reso-Garantia en 2019 mientras trabajaba como consultor.
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