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Las medidas de Francia para limitar los daños climáticos llegaron tarde pero fueron suficientes, dictaminó el viernes un tribunal francés, asestando un duro golpe a los intentos de los activistas medioambientales de imponer una multa de 1.100 millones de euros (1.210 millones de dólares) al Estado por presuntas violaciones.
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La medida se produce dos años después de un orden legal histórico que exige que Francia cumpla sus compromisos sobre el cambio climático y tome todas las medidas necesarias para reparar el daño ecológico y detener el aumento de las emisiones de carbono a más tardar a finales de diciembre de 2022.
Grupos de campaña, incluidos Greenpeace y Oxfam, han presentado una moción para imponer una sanción al estado, alegando que el gobierno del presidente Emmanuel Macron no había tomado suficientes medidas para cumplir con la orden judicial original de reducir las emisiones.
“El Tribunal constató en primer lugar que el Estado, de conformidad con la orden judicial dictada contra él, había adoptado o aplicado medidas susceptibles de reparar el daño en cuestión”, indicó el tribunal administrativo de París en su sentencia emitida el viernes.
Aunque los datos de 2021 y 2022 mostraron algunas lagunas, éstas no justifican una penalización porque el exceso de emisiones se vio compensado por una fuerte caída en el primer trimestre de 2023, añade.
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El tribunal también rechazó el argumento de que la disminución de las emisiones debida principalmente a factores externos, incluida la pandemia de COVID-19 y el aumento vertiginoso de los precios de la energía como resultado de la guerra en Ucrania, reflejaba en los últimos dos años una incapacidad del Estado para tomar las medidas necesarias. .
Los grupos de campaña dijeron que apelarían la decisión.
“Estamos más decididos que nunca a hacer cumplir la condena del gobierno en 2021 y los compromisos climáticos de Francia”, afirmó Jean-François Julliard, de Greenpeace Francia.
“La acción del gobierno es demasiado tímida y, a veces, incluso perjudicial para el clima”, añadió.
La estrategia de Francia para combatir el cambio climático depende en gran medida de un mayor uso de la energía nuclear, y está prevista la construcción de al menos seis nuevos reactores durante la próxima década.
El gobierno está eliminando gradualmente el carbón como fuente de energía, invirtiendo en infraestructura ferroviaria y fomentando medidas voluntarias de ahorro sector por sector.
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