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El gobierno francés anunció el viernes que emprendería una acción concertada para combatir las chinches que han aparecido en gran número en el transporte público, los cines y los hospitales.
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Los insectos chupadores de sangre han sido vistos en el metro de París, en trenes de alta velocidad y en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, y viajeros disgustados publicaron videos en las redes sociales.
El ministro de Transportes, Clément Beaune, anunció que convocará la próxima semana a representantes de los operadores de transporte público “para informarles sobre las contramedidas y cómo hacer más para proteger a los viajeros”.
En X, anteriormente Twitter, Beaune dijo que el objetivo era “tranquilizar y proteger”.
Las chinches, que habían desaparecido en gran medida de la vida cotidiana en la década de 1950, han resurgido en las últimas décadas, principalmente debido a la alta densidad de población y al aumento del transporte público.
Se estima que una décima parte de los hogares franceses ha experimentado un problema de chinches en los últimos años, lo que suele requerir una operación de control de plagas que cuesta varios cientos de euros y que a menudo se repite.
El Ayuntamiento de París instó el jueves al gobierno del presidente Emmanuel Macron a ayudar a combatir la infestación, incluso mediante la creación de un grupo de trabajo específico.
Las chinches reciben su nombre por su costumbre de anidar en los colchones, aunque también pueden esconderse en la ropa y el equipaje.
Salen de noche para alimentarse de sangre humana.
La agencia nacional de salud de Francia ha recomendado a las personas que revisen las camas de sus hoteles cuando viajan y tengan cuidado antes de traer a casa muebles o colchones de segunda mano.
Una vez que se ven chinches en una casa, las habitaciones afectadas deben ser tratadas de inmediato, según el comunicado.
Las picaduras de chinches dejan áreas rojas, ampollas o grandes erupciones en la piel y pueden causar picazón intensa o reacciones alérgicas.
También suelen provocar malestar psicológico, problemas de sueño, ansiedad y depresión.
Según las autoridades francesas, la aparición de estos insectos, que pueden medir hasta siete milímetros de largo, no está relacionada con las condiciones higiénicas.
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