El mundo clandestino de los intercambios de prisioneros en la guerra de Ucrania

“Tienes que mantener la calma, sin emociones”, asegura el polica ucraniano Vitaliy Danila, que ha sacado adelante 16 canjes con los rusos, algunos en medio de combates

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Cinco soldados rusos capturados salen de una furgoneta ucraniana con las cabezas cubiertas por pasamontaas negros. Tras un momento de tensin y todava con la mano temblando, Vitaliy Danila se graba a s mismo junto a los rostros aturdidos de cinco soldados ucranianos que ha conseguido liberar a cambio.

Es el 16 intercambio de prisioneros que el jefe de trfico de la polica regional ha concluido con xito en el frente sur de la guerra que Rusia inici en Ucrania hace ocho meses. Y cada uno de ellos podra haber terminado en un bao de sangre. “Cuando hay una batalla y ves a los tanques disparando y t ests en un campo llevando a cabo un intercambio…”, dice Danila sin terminar la frase.

El intercambio que grab ocurri un da antes y estaba a punto de ser anunciado oficialmente por la oficina del presidente ucraniano Volodimir Zelenski. Pero el imponente polica todava vive el momento y se da cuenta de lo cerca que ha estado de la muerte, luego de haber conseguido liberar en total a 170 compaeros.

“Las primeras veces que haca esto pensaba que era mi boleto de ida a la tumba. No sabamos con quin nos encontraramos o si era una trampa“, explica desde una ubicacin secreta en Mikolaiv, una ciudad portuaria castigada por la guerra en el sur de Ucrania. “Simplemente no hay confianza entre nosotros”, dice sobre los soldados que ejecutan estos intercambios en el campo de batalla.

“Cualquier cosa puede ir mal”

Los titulares internacionales suelen destacar intercambios masivos de prisioneros entre Rusia y Ucrania que suelen incluir oficiales de alto rango. Entre ellos hubo 200 combatientes que sobrevivieron al asedio ruso de la acera Azovstal de Maripol y ms de 100 mujeres que regresaron del cautiverio ruso la semana pasada. Pero pasan ms desapercibidos los intercambios rutinarios de pocos prisioneros, algunos gravemente heridos, que ambos bandos consiguen arreglar entre bambalinas.

Cmo pueden darse estos pactos en medio de la batalla es un misterio, incluso para Danila. “Cualquier cosa puede ir mal”, dice. “Solo tenemos que evitar abrir fuego los unos contra los otros. Todo el mundo debe salir vivo”, aade.

Danila explica que los primeros intercambios tuvieron lugar en marzo, en completo secreto y sin aprobacin formal de las autoridades.

Los rusos haban fracasado en su intento de hacerse con Mikolaiv y se estaban reagrupando en una base en la retaguardia. Pero los combates seguan a un ritmo letal y los presos se acumulaban en ambos bandos. “Recibimos un mensaje de que su parte no estaba en contra de un intercambio. Establecieron contacto con nosotros sobre algunos prisioneros”, explica este polica. “En ese momento, era imposible ir por canales oficiales. Muy poca gente saba de eso”, aade.

Ahora, las listas de presos intercambiados deben ser aprobados por la direccin de inteligencia militar ucraniana GUR y por los servicios de seguridad SBU. Pero los primeros se hacan sin treguas en medio de los combates en una ubicacin previamente pactada en medio del frente. “Mir a mis hombres, todos estbamos de acuerdo en que tenamos que hacer esto y salimos”, recuerda Danila.

Calma pese a la desconfianza

Para l, el mayor reto era hablar con el enemigo sin perder el temperamento. “Hablamos con ellos en el lugar. Discutimos los detalles del intercambio. Cualquier cosa puede ocurrir”, dice. l no cree una palabra de lo que los rusos le dicen y trata cada intercambio como una misin militar. “La forma en que actan, pretendiendo que quieren ayudar y cosas as, es todo una mentira”, dice.

Esta desconfianza se origina en parte por los repetidos ataques a civiles que podan abandonar la zona de combate a travs de unos corredores establecidos en las primeras semanas de la guerra. Estas rutas estaban pactadas a travs de canales traseros similares a los que usa Danila hoy.

“Tienes que mantener la calma. Sin emociones”, dice el polica sobre su actitud durante los intercambios. “Las emociones pueden arruinar todo. As que todos los que participan son mis chicos, de quienes s que no sacaran sus armas y abrirn fuego. Confo mi vida a cada uno de ellos”, asegura.