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El príncipe Guillermo volvió a la escena pública en una ceremonia de investidura en el Castillo de Windsor, obligado a hacerse pasar por el rey Carlos III en actos oficiales mientras se somete a un tratamiento contra el cáncer. Guillermo entregó 50 distinciones a personalidades como la futbolista Elena de White, en un evento que originalmente sería presidido por su padre.
Guillermo, de 41 años, llevaba tres semanas apartado de la vida pública junto a su familia y ayudando a su esposa, Kate Middleton, tras una cirugía abdominal que la dejó postrada en cama durante 13 días en The London Clinic (el mismo hospital privado en el que estuvo ingresado Carlos para ser operado). debido a un agrandamiento “benigno” de la próstata).
El Príncipe de Gales, que asistirá a un evento de recaudación de fondos para una ambulancia aérea en Londres el miércoles por la noche, tendrá que intensificar su agenda ante la ausencia temporal del rey Carlos, que también cuenta con la asistencia de la princesa Ana y la reina Camilla.
Los planes del monarca continuar ejerciendo sus “deberes estatales” a puerta cerrada, incluidas entrevistas semanales con el primer ministro Rishi Sunak, que pueden realizarse por videoconferencia desde su residencia en Sandringham, donde recibe tratamiento diario por un cáncer no especificado.
William también puede presentarse al rey en viajes oficiales al extranjero., como hizo el propio Carlos con la reina Isabel II en la última fase de su reinado. Carlos y Camilla tenían previsto viajar a Canadá en mayo, su primera visita oficial a un país de la Commonwealth desde la coronación, aunque el Palacio de Buckingham está examinando la agenda antes de tomar una decisión final.
El Príncipe de Gales también se encuentra en la tesitura de tener que desempeñar él mismo funciones representativas, dada la larga recuperación que espera a su esposa. Kate Middleton ha suspendido sus eventos públicos al menos hasta Semana Santa y pasará su convalecencia en Adelaide Cottage en el complejo de Windsor.
El príncipe Harry, que voló desde California y tuvo una breve reunión de 30 minutos con el rey Carlos el martes, no pudo visitar a su cuñada en este momento. Guillermo no quiso recibir personalmente a su hermano a su llegadani tiene planes de una reunión de reconciliación en medio de la enfermedad de su padre.
La “dieta” de la familia real que el rey Carlos impuso en su ascensión al trono está, mientras tanto, pasando factura a la Casa Real en estos momentos críticos. En ausencia de Harry y el príncipe Andrés, ambos suspendidos de deberes reales, tanto la princesa Ana como el príncipe Eduardo y su esposa Sophie -en calidad de duque y duquesa de Edimburgo- tendrán un papel más relevante en las próximas semanas. Las princesas Beatriz y Eugenia también piden un mayor protagonismo tras los últimos meses en el “banquillo”.
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