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Un criminal de carrera y autodenominado “adicto a la libertad” que escapó de una prisión francesa a bordo de un helicóptero secuestrado fue sentenciado el jueves a 14 años adicionales de prisión.
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Redoine Faid, condenado varias veces por robo a mano armada, salió en libertad de la prisión de Réau, a 50 kilómetros al sureste de París, en 2018.
El hombre de 51 años, detenido tras tres meses prófugo, fue juzgado el mes pasado.
Poco después de medianoche del jueves, el tribunal penal de la capital se llenó con más de 100 espectadores.
Al llegar al banquillo de los acusados, sonriendo y vestido con un jersey azul, Faïd bromeó con algunos de sus 11 coacusados, entre ellos su hermano Rachid, de 65 años, a quien saludó con un beso.
La sentencia de 14 años del juez fue menor que los 22 años solicitados por los fiscales.
Si bien sus sentencias anteriores por robo y fuga debían durar hasta 2046, ahora podría permanecer en prisión hasta 2060.
Rachid Faid, que tomó como rehén a un piloto de helicóptero y lo obligó a aterrizar frente a la sala de visitas de la prisión de Réau, fue condenado a 10 años de prisión.
Un tercer hermano, Brahim, de 63 años, que se encontraba entonces en la sala de visitas con Redoine, juró durante las siete semanas que duró el juicio que no estaba al tanto de este proyecto.
Los fiscales le creyeron y pidieron su absolución. El tribunal no lo hizo y lo condenó a un año de prisión suspendida.
Tres de los sobrinos de Redoine Faid, que le ayudaron durante su fuga y su huida, fueron condenados a dos, seis y ocho años de prisión.
Explicó que su plan de fuga se basó en un “fallo irracional”: la ausencia de redes anti-helicópteros en su prisión.
El 1 de julio de 2018, dos hombres que se hacían pasar por estudiantes de una escuela de vuelo obligaron a punta de pistola a un instructor de helicóptero a llevarlos a la prisión.
Los cómplices de Faid utilizaron bombas de humo y amoladoras angulares para forzar la apertura de las puertas y llevarlo al helicóptero que esperaba, entre aplausos de los demás prisioneros.
Faid, apodado el “rey de la fuga”, optó por guardar silencio durante la investigación para protestar contra las condiciones de detención.
Pero el gángster de cabeza rapada, que dice que se inspiró en villanos de películas como Tony Montana en “Scarface”, montó un espectáculo durante el juicio de alta seguridad.
Faid, que ya había escapado de prisión durante seis semanas en 2013, dijo ser consciente del “daño causado por este llamamiento a la libertad”.
“Es una adicción que reconozco y que me consume y que no puedo curar”.
Faid dijo que “no intentaba trivializar lo sucedido” y quería disculparse con el piloto del helicóptero, que estuvo ausente en el tribunal.
Durante el juicio, se mostró lírico al contar su fuga, evocando un “rayo de sol” en su rostro, el “sentimiento de libertad” y “la puerta cerrada que se abre al infinito”.
Los fiscales describieron a Faid como un “estafador” que buscaba convencer a la gente con su humor, advirtiendo a los miembros del jurado que no se dejaran engañar por él.
Faid cumplía una condena de 25 años por un robo fallido en 2010 en el que murió una mujer policía, aunque sostiene que su muerte fue accidental.
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