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Los ayatols organizan su propia contramarcha en respuesta a los disturbios por la muerte de Mahsa Amini mientras el Ejrcito emite un comunicado apoyando a las autoridades
El viernes es da de congregacin en los templos musulmanes. En Irn es costumbre que, en las mezquitas principales de cada ciudad, imanes colocados directamente por la oficina del Lder Supremo lancen diatribas en defensa de la Repblica Islmica. Tras una semana de sangrientas protestas por la muerte de Mahsa Amini, elevada a smbolo del descontento de una parte notable de los iranes, era de esperar que la otra parte convocara a sus fieles para proyectar una imagen de supremaca.
Cientos de hombres y mujeres -la mayora de ellas cubiertas con el chador negro-, han marchado por el centro de Tehern y de otras ciudades de referencia lanzando proclamas primeramente contra EEUU, a la que acusaron de instigar las acciones de los “alborotadores”. As han llamado a los manifestantes, sealando a la porcin de ellos que ha participado en actos violentos como la quema de vehculos, sedes oficiales y ataques contra agentes, algunos de ellos letales. Este jueves a media tarde, la Polica ha mostrado imgenes del presunto material incautado a algunos manifestantes, entre los que haba machetes y armas de fuego.
“Quienes ofendieron el Corn deben ser ejecutados!”, ha demandado la multitud, segn se ha apreciado en uno de los vdeos de la marcha, ampliamente cubierta por los medios oficialistas iranes y que ha pasado por algunos de los escenarios de las manifestaciones de estos das. Otros mensajes que se han escuchado fueron “muerte a EEUU”, “muerte a Israel”, habituales en este tipo de actos, y acusaciones a los manifestantes de ser “soldados de Israel”.
Estas marchas se han nutrido, sobre todo, de personas piadosas, partidarios del Gobierno de lnea dura, funcionarios e individuos vinculados a los amplios movimientos activistas de base al servicio del sistema. Tal es el caso de los Basiyes, la organizacin juvenil paramilitar que estos das participa de la represin de las protestas y a la cual los manifestantes achacan los actos ms violentos.
La cadena estatal ha elevado la cifra de muertos el jueves a 26 personas; una ONG basada en Oslo, IHR, a 31. Segn diversas fuentes, la gran mayora de las vctimas mortales son jvenes que se haban unido a las protestas. Entre las vctimas ms recientes est Hananeh Kia, una chica de 23 aos de Nowshahr, en el norte de Irn que, segn su padre, ha sido abatida mientras regresaba a casa del dentista. No hay confirmacin oficial.
La exhibicin de msculo oficialista del viernes es el resultado, a ojos de la mayora de observadores locales, de una poltica de polarizacin practicada por el Gobierno durante los ltimos aos a fin de blindar su posicin. A travs de su propaganda y sus polticas, ha tratado abrir una brecha entre las clases humildes y piadosas, tradicional soporte de la Repblica Islmica, y reformistas, liberales y personas de tendencia laica, habitualmente de clase media y alta. Sin embargo, sealan estos mismos, la muerte tras ser arrestada por un ‘mal velo’ de Mahsa Amini, una chica kurda, de familia conservadora y apoltica, ha sacudido el tablero.
“Esta es una revuelta encendida por la generacin de Mahsa Amini, que ha vivido la mayor parte de sus vidas en un Estado fuertemente securizado, con una economa devastada, siendo un paria global, y culpan de ello netamente a la Repblica Islmica“, ha sealado en un trino el historiador Roham Alvandi. A pesar de ello, en respuesta al reto de las calles, el aparato de seguridad ha desempolvado el mismo manual de accin que ha seguido frente a protestas anteriores.
Junto con el imponente despliegue de agentes, el Ministerio de Inteligencia ha emitido el jueves un comunicado en el adverta a los manifestantes, a los que tild de “sediciosos”, que su “sueo de derrotar a los valores religiosos y los grandes logros de la revolucin nunca ser realizado”, de acuerdo con la web Asriran. Ha sido una continuacin de la prohibicin explcita, emitida por el Gobierno, de participar en “reuniones ilegales”. Sus participantes, ha advertido, “sern enjuiciados”.
Estas amenazas son, para muchos iranes, el preludio de una fase ms virulenta de respuesta a las manifestaciones. Este viernes estaba previsto el regreso al pas del presidente, Ibrahim Raisi, tras participar en la asamblea general de la ONU. Muchos creen que, una vez en la capital, el dirigente ordenar responder con ms dureza. Horas antes de aterrizar, las Fuerzas Armadas han emitido un comunicado ponindose del lazo de las fuerzas del orden que ya actan en las calles.
“Las acciones desesperadas son parte de una estrategia diablica del enemigo para debilitar al rgimen islmico”, han subrayado. En consecuencia, han abogado por “confrontar los diversos complots de los enemigos para garantizar la seguridad y la paz del pueblo, injustamente asaltado”. Este firme posicionamiento es significativo porque, entre los crculos opositores, se evoca el momento que conden definitivamente al Sha en 1979: la declaracin de lealtad a Jomein de la Fuerza Area Imperial. El comunicado del viernes agua toda expectativa de una confrontacin interna entre facciones armadas.
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