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El tribunal mundial pidió hoy al ejército israelí que impida el genocidio en Gaza, pero no pidió el fin de la campaña militar, como exigía Pretoria. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) se pronunció así sobre uno de los casos más importantes de su historia: la demanda de Sudáfrica contra Israel por presunto genocidio en su operación militar en la Franja de Gaza.
La jueza Joan Donoghue, que leyó el veredicto, señaló “magnitud de la tragedia humana” que se desarrolla en la región. En tres meses y medio de guerra, más de 26.000 palestinos han muerto, según las autoridades de Gaza. Además, confirmó que el tribunal no desestimará el caso de genocidio, como solicitó Tel Aviv, argumentando que algunas “acusaciones contra Israel entran dentro de las disposiciones de la Convención sobre Genocidio”. La Corte tiene jurisprudencia sobre los Estados firmantes, pero también sobre actores no estatales como Hamás.
“Existe una conexión entre los derechos reclamados por Sudáfrica que el tribunal consideró plausibles y al menos algunas de las medidas provisionales solicitadas”, dijo Donohue, quien reconoció el derecho de los palestinos en Gaza a ser protegidos de actos de genocidio e instó a Israel a presentar en el plazo de un mes un informe detallado sobre las medidas que está adoptando para evitarlo. El tribunal emitió, por 15 votos contra 2, una orden provisional según la cual el ejército israelí debe abstenerse de actos que pudieran conducir al genocidio, pero no llegó a pedir el fin de la guerra.
Pretoria cree que el Estado judío ha violado la Convención para la Prevención del Genocidio, firmada en 1948. El genocidio es el padre de todos los crímenes contra la humanidad y, de hecho, La ONU nunca lo ha declarado. “Sudáfrica alega que Israel ha violado el artículo 2 de la convención al cometer acciones que entran dentro de la definición de genocidio. Las acciones muestran patrones sistemáticos de conducta de los cuales se puede inferir genocidio”, dijo la representante de Sudáfrica, Adila Hassim, durante audiencias anteriores. Sudáfrica. “Si hay actos que pueden calificarse de genocidio, es que fueron cometidos contra Israel”, defendió el abogado israelí Tal Becker.
El caso base tardará años. Pero los 17 magistrados de La Haya decidieron hoy nueve medidas preventivas y urgentes que exige el país africano. Sus sentencias son vinculantes, pero el tribunal no tiene ningún mecanismo para hacerlas cumplir. En marzo de 2022, emitió un fallo que obligó a Rusia a detener su invasión de Ucrania. Dos años después, la guerra continúa sin señales de deposición de las armas.
Hamás indicó el jueves que respetaría un alto el fuego si la CIJ lo ordenara y “si el enemigo también lo hace”. Por su parte, Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, aseguró hace unos días que “ni La Haya, ni el eje del mal, ni nadie” le detendrán en su tarea de acabar con el grupo terrorista. El caso está poniendo los nervios en las oficinas de Tel Aviv, conscientes de que un fallo negativo sacudirá la imagen internacional del país y pondrá en vilo a aliados como Estados Unidos o la UE.
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