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Un tribunal francés condenó el martes a cadena perpetua a la ex esposa del asesino en serie Michel Fourniret por su papel en tres asesinatos cometidos por su exmarido.
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Después de 10 horas de deliberación, Monique Olivier fue declarada culpable de complicidad en el asesinato de dos mujeres jóvenes por parte de Fourniret hace varias décadas, entre ellas la estudiante británica de 20 años Joanna Parrish y una niña de nueve años.
Olivier, de 75 años, debería cumplir un mínimo de 20 años de prisión, dictaminó el tribunal. Con la cabeza gacha y los ojos entrecerrados, la acusada escuchó el veredicto con expresión impasible.
Fue declarada culpable de participar en el secuestro, encarcelamiento y asesinato de Parrish y Marie-Angèle Domece, de 18 años, en 1988, agravado por su papel en el intento de violación de Domece y la violación de Parrish por Fourniret.
También fue declarada culpable de participar en el secuestro, encarcelamiento y asesinato de Estelle Mouzin, de nueve años, en 2003, cuyo cuerpo nunca fue encontrado a pesar de una intensa búsqueda.
Fourniret murió en 2021 a la edad de 79 años antes de poder ser juzgado por los tres asesinatos, lo que significa que el juicio de Olivier es la última oportunidad para que las familias de las víctimas obtengan justicia.
Su ex marido confesó 11 asesinatos antes de morir, pero los informes sugieren que podría haber habido hasta dos docenas más.
“Muy esperado”
Olivier ya cumple una condena a cadena perpetua dictada en 2008 por complicidad en otros cuatro secuestros y asesinatos cometidos por Fourniret. Una década después, fue condenada a otros 20 años por complicidad en otro asesinato.
Los restos de Domece tampoco fueron encontrados nunca, mientras que el cuerpo desnudo de Parrish fue encontrado en el río Yonne, en el departamento francés del mismo nombre. La habían golpeado, drogado y violado.
“Me utilizó”, dijo Olivier sobre su marido el día inaugural del juicio. La pareja se divorció en 2010.
Los fiscales argumentaron que Fourniret no habría podido matar tan fácilmente sin ella.
Olivier y Fourniret tuvieron un hijo juntos, Selim Olivier, quien testificó en el juicio la semana pasada e instó a su madre a contarle al tribunal todo lo que sabía.
Olivier expresó su pesar el último día de su juicio y pidió perdón a las familias de las víctimas.
“Pido perdón”, dijo Olivier antes de la sentencia. “Aunque sé que lo que hice es imperdonable”.
Patrick Proctor, que era el prometido de Joanna Parrish en el momento del asesinato, describió la condena como “un reconocimiento largamente esperado por parte del sistema de justicia francés de la responsabilidad del acusado por los asesinatos”.
Lamentó que la investigación policial en ese momento fuera “inconexa y poco profesional” y dijo que las partes involucradas “seguiremos sintiendo esta pérdida por el resto de nuestras vidas”.
A lo largo del juicio, los fiscales destacaron la estrategia de Olivier de ganarse la confianza de Domece y Parrish sabiendo que serían asesinados, así como su decisión de guardar silencio sobre el asesinato de Estelle Mouzin.
Los acusados a menudo afirmaban “no saben” o “no recuerdan” cuando se les preguntaba sobre aspectos específicos de los casos, una posición que hacía difícil para el tribunal arrojar nueva luz sobre las circunstancias de las muertes de las víctimas.
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