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Un profesor francés asesinado a puñaladas la semana pasada por un exalumno islamista será enterrado el jueves, tras un funeral en Arras, en el norte del país, en presencia del presidente Emmanuel Macron.
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La misa celebrada en la catedral de Arras en honor de Dominique Bernard, de 57 años, fue retransmitida en una gran pantalla en la Place des Héros de la ciudad, donde cientos de personas la vieron bajo la lluvia.
Bernard, casado con otra maestra y padre de tres hijos adultos, fue condecorado póstumamente con la Legión de Honor por Macron.
Es la condecoración civil más alta de Francia.
Era “una persona maravillosa, un amigo fiel, que tenía valores profundos”, dijo el miércoles a la su ex colega Paule Orsini.
Maxime, un ex alumno, dijo que Bernard era “amable” y “apasionado” en su trabajo como profesor de francés.
“Le encantaba introducirnos en la literatura. Siempre tenía algunas cosas extra que decir sobre los autores que presentaba”, dijo a la mientras esperaba en la plaza el comienzo del funeral.
Gran parte del centro de Arras estuvo cerrado para el servicio, con el tráfico bloqueado hasta la tarde.
Amenazas de bomba
También se cancelaron las clases en la escuela Gambetta-Carnot donde Bernard enseñaba, lo que permitió que el personal y los estudiantes asistieran a la ceremonia.
Fue asesinado casi tres años después de que el profesor Samuel Paty fuera decapitado frente a su escuela en los suburbios de París por un joven radicalizado.
El asesinato de Bernard constituye un nuevo shock para la profesión y el público francés en general.
El atacante de Bernard, Mohammed Mogouchkov, de 20 años, y el asesino de Paty eran ambos de la región predominantemente musulmana del Cáucaso Norte de Rusia.
Instituciones de toda Francia han sido objeto de amenazas de bomba desde el asesinato del viernes, incluidos una serie de aeropuertos, el museo del Louvre y el histórico Palacio de Versalles, cerca de París.
La propia escuela de Bernard fue objeto de amenazas el lunes, ya que el personal y los alumnos debían guardar un minuto de silencio en su memoria.
Los nervios ya estaban a flor de piel en Francia, que tiene grandes poblaciones musulmanas y judías, tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre y las represalias israelíes contra la Franja de Gaza.
El tiroteo en la escuela ha alimentado un feroz debate político en Francia sobre inmigración y seguridad.
El gobierno acelera el calendario parlamentario para una nueva ley de inmigración.
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