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Un hombre que fue el único superviviente de un accidente aéreo en la India en 1976 decidió esconderse de su familia porque fracasó en su intento de amasar una buena fortuna.
Esta es la historia de Sajid Thungal, de 72 años, que se reunió con su familia en 2021 después de pasar 45 años viviendo en Bombay escondido de sus seres queridos.
MIGRADO EN BUSCA DE FORTUNA
Todo comenzó en 1974 cuando Sajid decidió mudarse de la India a los Emiratos Árabes Unidos y comenzar una nueva vida como organizador de eventos para bailarines y cantantes.
El hombre dejó atrás su vida y partió en busca del éxito, aunque el destino le jugó una mala pasada, según informó el medio argentino TN.
Dos años después, el hombre tuvo que regresar a su país natal y viajar a Madrás (ahora Chennai) con un grupo de artistas con los que trabajó. En ese vuelo de Indian Airlines hubo un accidente que provocó que los motores se incendiaran y el avión se estrellara.
De alguna manera, Thungal fue el único superviviente de la tragedia, pero en lugar de regresar a casa y reunirse con su familia, decidió esconderse de todos.
Por ello, se mudó a Bombay en 1982 y vivió allí hasta 2021, cuando fue encontrado sin hogar.
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“Pensé que primero tenía que hacer una fortuna. Cuando no tuve éxito en el Golfo Pérsico, decidí probar suerte en Bombay y luego ponerme en contacto con todo. Pero aquí tampoco funcionó y han pasado 45 años”, explicó Thungal cuando se le preguntó sobre su desaparición.
Según su relato, Sajid dijo que no regresó a casa porque creía que era un “fracaso en la vida” y se sentía “culpable” por ello.
Tras su aparición, el hombre fue trasladado a un albergue para personas sin hogar, y el pastor que gestionaba el lugar comenzó a buscar a sus familiares. Para ello, envió una solicitud a una mezquita en Kottayam para saber si sus familiares todavía vivían allí. Pronto recibieron una respuesta increíble: aunque su padre había muerto hacía mucho tiempo, su madre seguía viva a los 91 años.
Finalmente, Thungal regresó a la ciudad donde creció y vivió el momento con gran emoción.
“Regresé a casa. Si la gente de allí no me hubiera cuidado, habría muerto sin poder reunirme con mi familia”, dijo.
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