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La eleccin del destino para el primer viaje al extranjero cuando un nuevo gobernante accede al poder suele estar cargada de simbolismo. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, lo sabe perfectamente, y por eso, al escoger Bruselas, y al decantarse por una visita a los responsables de las tres principales instituciones comunitarias, ha querido mandar un mensaje muy claro. A los suyos, tanto votantes como aliados de coalicin e incluso a la parte ms radical y euroescptica de Hermanos de Italia. A la oposicin, tanto los italianos que no la votaron como los partidos que han denunciado durante meses el peligro que supona su ascenso. Y un mensaje, tambin, para la Unin Europea, a sus representantes y a los 26 socios que la conforman. “Estoy contenta del clima que he encontrado. Hablar en persona sirve para desmontar esa narrativa que se haba construido sobre nosotros. No somos marcianos, somos personas de carne y hueso. Desde el punto de visto humano se ha creado una interlocucin franca, positiva, estoy contenta de cmo ha ido la jornada”, ha resumido la italiana tras verse con todos sus interlocutores.
Que la victoria de Meloni ha preocupado y preocupa en Bruselas no es ningn secreto ni ningn misterio. Viene del posfascismo y de unas posiciones muy crticas con la UE, que todava se mantienen en cuestiones importantes. Tiene en su Ejecutivo a la Liga de Matteo Salvini, que tambin en el pasado ha flirteado abiertamente con la salida del Euro. Y todo el espectro de la derecha que representan ha mostrado sintonas y afinidades muy claras con Mosc. Los que ms han celebrado su victoria son quienes ms roces tienen con Bruselas, desde Polonia a Hungra pasando por la oposicin eslovena. En la capital comunitaria no temen un choque frontal, no de inicio, pero asumen que habr problemas, serios incluso, y que es cuestin de tiempo. “Es como el escorpin de la fbula”, dice desde hace meses un veterano de los pasillos bruselenses. “Acabar por picar, incluso si se ahoga. Es su naturaleza”, vaticina.
Por eso mismo el viaje de este jueves de Meloni estaba cargado de inters, de curiosidad. “No va a ensear todas sus cartas, pero ver cules muestra va ser lo importante”, dicen en el Consejo. Desde hace muchos meses, cuando las encuestas empezaron a dejar claro que se iba consolidando como favorita, Meloni ha cambiado su perfil. Se acabaron los ataques a la UE, las frivolidades en poltica internacional, las ambigedades. Ha reforzado, de forma llamativa desde verano, la narrativa europesta y atlantista, insistiendo hasta la saciedad en que est con Ucrania ante la invasin Rusia, con la OTAN en todo caso y en el corazn de la Unin.
El objetico del primer viaje era limar asperezas. Presentarse en Bruselas, de la mano de su ministro de Asuntos Europeos, Raffaele Fitto, para intentar mostrar que no es como la caricatura que cree que han dibujado de ella sus crticos. Presentarse a Roberta Metsola, Ursula von der Leyen y Charles Michel, ninguno de los cuales es por cierto de izquierdas. Quiere tranquilizar, pero tambin fijar unos cimientos. “Bienvenida presidenta Meloni, Italia siempre ha tenido un papel central en la UE. Ahora, ms que nunca por la invasin rusa y con los precios de la energa y la inflacin disparados, debemos permanecer unidos. Juntos somos ms fuertes”, ha tuiteado la presidenta de la Eurocmara tras la visita.
Meloni est curtida en la pelea diaria, en el barro, y aunque quiere relaciones lo ms fluidas posibles, sobre todo al inicio, no evitar la lucha. Ha venido a decir que es proeuropea, pero que defender los intereses nacionales, como le dijo hace unos das en persona a Emmanuel Macron. “La voz de Italia en Europa ser fuerte. He querido enviar la seal de que Italia que quiere participar, colaborar, pero tambin defender el inters nacional en el seno de la UE buscando las mejores soluciones para los grandes desafos”, ha dicho al concluir.
Italia necesita el dinero de los Fondos de Recuperacin, pues el pas al que ms le corresponden, pero para los desembolsos son necesarias reformas e inversiones. As que en las instituciones creen que, por lo menos durante un tiempo, habr entendimiento. En la poca de la Liga y Cinco Estrellas en el Gobierno hubo choques, algunos importantes, pero se encauzaron. De ah que la primera cita de la jornada, informal, fuera precisamente un almuerzo con el comisario de Asuntos Econmicos, que no es otro que el primer ministro socialista Paolo Gentiloni. Segn sus equipos han abordado todas las cuestiones clave de los prximos meses, desde los planes de recuperacin a la factura energtica. Pero empezando por el Presupuesto de Italia para 2023. Todas las capitales deben enviar el borrador del siguiente curso antes del 15 de octubre, salvo cuando hay elecciones o cambio de Gobierno. Roma dispone de algo de tiempo, pero el Presupuesto es clave y ambas partes as lo han destacado hoy.
Donde parece inevitable la falta de entendimiento es en cuestiones migratorias y de la ‘guerra cultural’. Una cuestin que inquieta en Bruselas es el desarrollo de la llamada “ley anti raves”, por si fuera una puerta trasera a limitar las protestas. Lo mismo ocurre con la llegada de barcos de migrantes, que est generando los primeros roces con Alemania, que exige que Roma auxilie enseguida a los menores que esperan en varias embarcaciones (una con bandera germana) a ser desembarcados en puertos europeos.
Meloni, que como toda la ultraderecha italiana, ha hecho campaa precisamente sobre est cuestin, se niega. Cree que deben ser los pases propietarios de los barcos los que se hagan cargo y define ese tipo de travesas como de “piratas”. Y no tiene tapujos para decir ante Von der Leyen o Michel lo que piensa al respecto. “Hemos hablado de los recursos financieros, de los fondos, las dificultades por materias primas, inflacin. Y desde luego de los flujos migratorios, de la peticin italiana que ahora es nuestra prioridad, pero que es algo que ya est contemplado en la legislacin europea: la defensa de las fronteras internas. Es algo delicado pero he encontrado orejas dispuestas a escuchar”, ha sintetizado.
Precisamente por el simbolismo y los temas delicados, en especial la cuestin de los barcos de migrantes, Meloni ha querido evitar problemas y sus anfitriones, tambin. Su presencia es tensa y los lderes institucionales han recibido cientos de preguntas estos das sobre qu postura iban a defender en el encuentro. De ah que la parte pblica haya sido slo las fotos. Muy cercanas en el caso de Metsola, mucho ms fras y protocolarias con Von der Leyen y Michel. Y sin comparecencias conjuntas. Demasiado riesgo para la primera vez. El objetivo era mandar un mensaje, para todos, y cuanto ms controlado y acotado, mejor para todos, han pensado. Y por eso slo unas frases enlatadas en las redes sociales y unas breves palabras, sin preguntas, antes de irse a cenar.
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