La socialdemcrata Frederiksen, a la bsqueda de un Gobierno de unidad nacional: “Los extremos no son el problema”

• Europa La socialdemcrata Frederiksen conserva el poder en Dinamarca

Un fenomenal vuelco en la recta final del recuento de las elecciones danesas otorg en la noche del martes la mayora al bloque de izquierda, lo cual permitir casi con toda seguridad que la socialdemcrata Mette Frederiksen contine como primera ministra.

Antes, sin embargo, deber entablar unas negociaciones que se prevn largas y complicadas para saber qu tipo de Gobierno podr formar. Uno “amplio” que incluya a parte de la derecha, como ella desea; uno escorado a la izquierda en el que recurra a los aliados tradicionales de la socialdemocracia, solucin que no le agrada demasiado; o uno en minora como el que ha dirigido hasta ahora, formado slo por su partido, algo que actualmente parece inviable.

Durante casi toda la noche, las proyecciones de voto apuntaron a que la mayora ira a parar a la suma de la derecha con los moderados, la formacin de nuevo cuo -escisin de los liberales- que no haba querido garantizar su apoyo a ninguno de los dos bloques con el objetivo de que su lder, Lars Lkke Rasmussen, se erigiese en el candidato del consenso. Tanto fue as que Lkke, dos veces primer ministro cuando an era liberal, lleg a comparecer ante sus seguidores para proclamar que el cambio de Gobierno era una realidad.

Hubo que esperar al 0,1% final del recuento para confirmar que la izquierda se haca con el ltimo escao, con lo cual se aseguraba la mayora mnima de 90 diputados, posible adems gracias a que, como suele ser habitual, se hizo con tres de los cuatro mandatos noratlnticos (dos en Groenlandia y uno en Islas Feroe). El escassimo margen reviste, no obstante, el claro riesgo de que un solo trnsfuga puede inclinar la balanza hacia el otro lado, posibilidad nada desdeable dado que los cambios de bando son una prctica comn en la poltica danesa.

Unas elecciones ganadas por Groenlandia

Lkke ha expresado claramente su disgusto por el hecho de que las elecciones las hayan decidido los dos escaos groenlandeses. No es ningn secreto que la representacin parlamentaria de Groenlandia y las Feroe no guarda proporcin con su poblacin, algo que siempre beneficia a la izquierda. Pese a su derrota, la derecha ha sumado 62.501 votos ms: 1.819.015 por 1.756.514.

En cualquier caso, las elecciones han supuesto un triunfo personal para Frederiksen, que con el 27,7% del voto, 1,6 puntos ms que en 2019, ha conseguido el mejor resultado para su partido desde 2001. “Somos los nicos capaces de atraer tanto apoyo electoral, el nico partido verdaderamente popular”, proclam muy sonriente en la fiesta socialdemcrata.

Efectivamente, la distancia respecto al segundo ha sido enorme. Los liberales de Jakob Ellemann-Jensen, que tambin aspiraba a ser primer ministro, se han descalabrado de un 23,4% en las legislativas anteriores a un 13,3% ahora, perdiendo 20 de sus 43 escaos. Aunque en su descargo cabe alegar que en 2021 dejaron el partido sus dos figuras principales: Lkke e Inger Stjberg.

Ambos, adems, han fundado nuevos partidos (ms centristas los moderados de Lkke y ms antiinmigracin los Demcratas de Dinamarca de Stjberg), que han debutado en estas elecciones con cifras ms que respetables: un 9,3% y un 8,1% del voto, respectivamente.

“Un gobierno amplio ante las crisis globales”

Frederiksen ha iniciado ya las formalidades para establecer un nuevo Ejecutivo con ella al frente. Para empezar, presentando ante la reina Margarita II la dimisin del actual. A continuacin, comenzar las rondas de negociaciones para constituir uno nuevo. “Los socialdemcratas fuimos a las urnas con el objetivo de formar un Gobierno amplio porque eso sera lo mejor para Dinamarca ante las crisis globales que nos amenazan”, explic antes de acudir al Palacio de Amalienborg. “Ahora hablar con mis colegas para ver si es posible”.

Pese a los deseos de Frederiksen, el Gobierno de unidad nacional que tambin persegua Lkke puede resultar una quimera. De momento, del fragmentado centroderecha podra incluir a los moderados. Los liberales, los ultraliberales (7,5% del voto) y los conservadores (5,5%) lo rechazan de plano. Puede que todos estn de acuerdo con los socialdemcratas respecto a las estrictas leyes de extranjera danesas, pero en cuestiones como los impuestos, la economa o el futuro del estado de bienestar las diferencias son considerables.

Al otro lado del Parlamento, Frederiksen slo cuenta a priori con los socialistas (8,3%) como eventuales socios en una coalicin. Para ella, ni la extrema izquierda (5,7%) ni los verdes (3,3%) son una opcin a considerar. Los social liberales, el partido de centro alineado con el bloque de izquierda que provoc las elecciones con su amenaza de presentar una mocin de censura por el caso de los visones, no pueden descartarse pese a su pauprrimo resultado (3,8%), pero la lder socialdemcrata preferira evitarlos porque los considera excesivamente incmodos, especialmente por no compartir su visin sobre la inmigracin.

En este sentido, quiz los antiinmigracin de Stjberg o del hundido Partido Popular Dans (DF, 2,7%) podran servir a Frederiksen para sacar adelante acuerdos puntuales, pero entonces habra que ver cmo reacciona el resto del bloque de izquierda, que es, al fin y al cabo, el que le brinda su principal apoyo para que siga gobernando. En el debate poselectoral entre lderes celebrado esta maana, la primera ministra no ha dudado en echar un cable al DF: “No compro eso de que los extremos son el problema en la poltica danesa. Espero que nuestra excelente colaboracin con el DF contine”.

Por todo ello, Lkke tampoco descarta que la izquierda no pueda utilizar su victoria para gran cosa. “Puede que tenga la mayora, pero en cuanto estudias los detalles se resquebraja”, ha sealado en el mismo debat