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El jefe de policía de París esbozó medidas de seguridad drásticas para los Juegos Olímpicos de verano del próximo año, lo que provocó el miércoles protestas de políticos que calificaron las medidas como “un ataque a las libertades civiles”.
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Laurent Núñez dijo al periódico Le Parisien en una entrevista para la edición del miércoles que los residentes que viven cerca de las sedes olímpicas deberían solicitar un código QR que les permita pasar las barreras policiales.
Las personas que viven en zonas restringidas también deben registrar a los visitantes que deseen observar la acción desde su balcón, ventana o techo, o incluso desde su casa flotante.
“Las personas que ingresan a un perímetro deben poder brindar una razón válida para ingresar allí”, dijo Núñez.
Dijo que el tráfico motorizado estaría severamente restringido durante la duración de los Juegos.
Se aplicarán reglas especiales durante la ceremonia de apertura del 26 de julio, donde los perímetros de alta seguridad o “rojos” serán “muy amplios”, dijo Núñez.
“Las únicas personas que pasarán serán personas con un motivo válido, es decir personas que vayan a su hotel, o a su domicilio, o personas con entrada para la ceremonia”, aclaró.
Algunas estaciones de metro, ubicadas en zonas muy vulnerables a un posible ataque, serán cerradas, dijo Núñez.
“No se pueden abrir estaciones de metro dentro de un perímetro protector a menos que se registre a todos”, dijo Núñez.
Otras paradas podrían cerrarse si son demasiado pequeñas para acomodar a un gran número de pasajeros, afirmó.
“Ataque a las libertades”
Estos anuncios, que según Núñez aún se estaban ultimando con el gobierno y el Ayuntamiento de París, provocaron reacciones hostiles en todo el espectro político.
“Estas medidas son la marca del estado de emergencia”, afirmó el diputado centrista Philippe Bonnecarrère.
Le resultó “curioso” que se aplicaran “en una situación que se supone que es feliz”.
La senadora Nathalie Goulet, también centrista, declaró que estas medidas constituían “un ataque a las libertades”.
El código QR requiere “la recopilación y el almacenamiento de datos”, afirmó, exigiendo “una explicación” del gobierno sobre la protección de datos.
“Es escandaloso, incluso peor de lo que temíamos”, afirmó el diputado de extrema izquierda Eric Coquerel.
“Los Juegos Olímpicos tendrán un sabor represivo”, declaró Damien Maudet, otro diputado de izquierda.
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La policía y otras personas han expresado preocupaciones de seguridad, particularmente por la ceremonia inaugural que se llevará a cabo en barcos en el Sena, la primera vez que los Juegos se llevarán a cabo fuera de un estadio deportivo.
Los informes iniciales indicaron que se venderían unas 500.000 entradas para el evento inaugural, pero se espera que esta cifra se revise a la baja.
Núñez dijo que se tomaría una decisión final en la primavera.
Se esperan unos 15 millones de visitantes para los Juegos Olímpicos de julio y agosto, así como para los Juegos Paralímpicos de agosto y principios de septiembre.
También hubo sorpresa a principios de esta semana cuando las autoridades locales anunciaron que el precio de los billetes de metro casi se duplicaría durante los Juegos Olímpicos, ayudando a cubrir el coste del funcionamiento del transporte urbano.
Los billetes sencillos se venderán a cuatro euros (4,37 dólares), frente a los 2,10 euros actuales, y los bloques de 10 entradas a 32 euros, frente a los 16,90 euros actuales. Sin embargo, las suscripciones mensuales y anuales de los residentes no se verían afectadas.
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