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La Asamblea Nacional francesa aprobó el martes por abrumadora mayoría un proyecto de ley para consagrar el derecho de la mujer al aborto en la Constitución francesa, un primer paso clave en un proceso legislativo que también requiere una votación en el Senado.
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Esta medida fue prometida por el presidente Emmanuel Macron tras la disminución del derecho al aborto en Estados Unidos.
El proyecto de ley fue aprobado por la cámara baja del Parlamento el martes por la tarde por 493 votos a favor y 30 en contra.
“Esta tarde, la Asamblea Nacional y el Gobierno no faltaron a su encuentro con la historia de las mujeres”, declaró el ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti.
El gobierno de Macron quiere que se modifique el artículo 34 de la Constitución francesa para incluir que “la ley determina las condiciones bajo las cuales se ejerce la libertad de la mujer de recurrir al aborto, que está garantizado”.
Una enmienda constitucional debe ser aprobada por ambas cámaras del Parlamento y luego aprobada mediante referéndum o por una mayoría de tres quintos de una sesión conjunta del Parlamento. El gobierno de Macron apuesta por el segundo método, aunque el nivel de apoyo a la medida en el Senado es menos seguro que en la Asamblea Nacional.
Ninguno de los principales partidos políticos franceses representados en el Parlamento cuestiona el derecho al aborto.
Aun así, algunos miembros de la mayoría conservadora del Senado han criticado la redacción de la propuesta, haciendo más incierta su adopción. Si la misma versión del proyecto de ley finalmente es aprobada en ambas cámaras, Macron convocaría una sesión especial de todos los legisladores para intentar ganar tres quintos de los votos.
El aborto en Francia fue despenalizado por una ley de 1975, pero nada en la constitución garantizaría el derecho al aborto.
El gobierno argumentó en su introducción al proyecto de ley que el derecho al aborto está amenazado en Estados Unidos, donde la Corte Suprema anuló en 2022 una decisión de 50 años que garantizaba el derecho al aborto.
“Lamentablemente, este hecho no es un hecho aislado: en muchos países, incluso en Europa, hay corrientes de opinión que intentan obstaculizar a toda costa la libertad de las mujeres de interrumpir su embarazo si lo desean”, especifica la introducción de la legislación francesa.
En Polonia, un controvertido endurecimiento de la ya restrictiva ley del aborto provocó protestas en el país el año pasado. El Tribunal Constitucional de Polonia dictaminó en 2020 que las mujeres ya no pueden interrumpir el embarazo en casos de malformaciones fetales graves, incluido el síndrome de Down.
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