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Una convocatoria para una marcha de fin de semana en París contra el antisemitismo desató amargas disputas entre partidos políticos el miércoles a pesar de un aumento de los incidentes antisemitas en el país.
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El partido de extrema izquierda La Francia Insumisa (LFI) anunció que boicotearía la “gran marcha cívica” convocada el domingo en la capital francesa por los presidentes de ambas cámaras del parlamento del país.
Al mismo tiempo, la participación del partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) crea un dolor de cabeza para la izquierda y el centro izquierda, que creen que el Frente Nacional (FN), rebautizado y fundado por el negador convicto del Holocausto Jean-Marie Le Pen no tiene lugar en tal reunión.
Olivier Véran, portavoz del gobierno centrista del presidente Emmanuel Macron, dijo que la primera ministra Elisabeth Borne participaría, pero insistió en que la RN “no tenía lugar” en la marcha.
El líder comunista Fabien Roussel declaró que “no marcharía junto” al RN de Marine Le Pen, acusándolo de descender de personas “condenadas en varias ocasiones por comentarios antisemitas” y de haber “colaborado” con la Alemania nazi.
“Es importante que haya una marcha contra el antisemitismo”, dijo Roussel en el canal público France 2.
“Podemos marchar a otros lugares, pero no con ellos”, insistió.
Los dos presidentes del Parlamento francés, Yael Braun-Pivet de la Asamblea Nacional y Gérard Larcher del Senado, anunciaron el martes por la tarde una “movilización general” contra el resurgimiento de actos antisemitas en Francia.
Pero el incendiario líder del LFI, Jean-Luc Mélenchon, descartó inmediatamente la idea, describiéndola en una publicación en X, antes Twitter, como una reunión de “amigos de apoyo incondicional a la masacre” en Gaza.
El partido reiteró su posición el miércoles diciendo: “No es práctico luchar contra el antisemitismo y todas las formas de racismo junto a un partido que tiene sus orígenes en la historia de la colaboración con el nazismo”.
Es “hipocresía pretender denunciar el antisemitismo junto a líderes políticos que constantemente utilizan la religión como pretexto para una discriminación vergonzosa”, afirmó el partido.
A pesar de la controversia, la líder de extrema derecha Marine Le Pen dijo que no la disuadirían de participar.
“Hago un llamado a todos nuestros miembros y votantes para que se unan a esta marcha”, dijo el miércoles.
“Cuanta más gente, mejor”, dijo, añadiendo que estaba dispuesta a marchar “hacia atrás” si su presencia planteara tal problema.
Graffiti en la estrella de David
Las tensiones han aumentado en París, hogar de grandes comunidades judías y musulmanas, tras el ataque del grupo militante palestino Hamas a Israel el 7 de octubre, seguido de un mes de bombardeos israelíes en la Franja de Gaza.
Francia ha registrado más de mil actos antisemitas desde este ataque, afirmó el domingo el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
Los fiscales de París están investigando un incidente ocurrido el 31 de octubre, cuando edificios de la ciudad y sus suburbios fueron pintados con decenas de estrellas de David.
Estos grafitis, que a algunos les evocaron horribles recuerdos de la ocupación nazi de París durante la Segunda Guerra Mundial y de la deportación de judíos a campos de exterminio, fueron condenados por todos los bandos políticos.
El Primer Ministro Borne declaró que estos “actos despreciables” no quedarán impunes.
El fiscal de París consideró necesario investigar “el carácter antisemita de las intenciones de los autores, teniendo en cuenta en particular el contexto geopolítico y sus repercusiones en Francia”.
Las masacres del 7 de octubre, que dejaron más de 1.400 muertos del lado israelí, desencadenaron la guerra más mortífera jamás vista en Gaza.
Según el Ministerio de Salud dirigido por Hamás en el territorio asediado, la campaña militar israelí ha matado a más de 10.500 personas, incluidos muchos niños.
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