Hermágoras y su vínculo con el clan de los enchufados
“El Gordito” fue detenido en marzo de 2008, en una finca de su propiedad llamada Las Trincheras en la costa sur del Lago de Maracaibo, hallaron 117 kilos de cocaína y fue acusado por los delitos de legitimación de capitales, tráfico de sustancias estupefaciente y psicotrópicas, usurpación de identidad y nacionalidad, conformación de grupos armados, porte ilícito de armas y posesión de arma de guerra.
González, tenía bajo su posesión sin ser funcionario, diferentes credenciales que lo acreditaban como comisario de la DISIP y como funcionario de la Guardia Nacional de las Fuerzas Armadas. También, tenía nacionalidad venezolana, siendo totalmente colombiano. Fue sentenciado por una condena de 15 años y 6 meses de prisión.
Además, Estados Unidos ofreció una recompensa de $ 5 millones por su captura, ya que, en 2001 fue acusado de enviar toneladas de cocaína a este país.
De igual forma, en 2002 fue acusado formalmente por el Distrito de Nueva Jersey por lavado dinero y conspiración para distribuir cocaína. En 2004 el Distrito de Nueva York lo acuso por tráfico de drogas.
Por otra parte, es solicitado en Colombia por los delitos de homicidio agravante, tráfico ilícito de sustancias estupefaciente y psicotrópicas, y en República Dominica lavado de dinero, intimidación y extorsión respectivamente.
Al parecer, en un intento por liberar al “Gordito” se ven implicados una porción del clan de los enchufados tales como: Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores Freites, sobrinos de Cilia Flores, esposa de Nicolas Maduro.
Según, un documento que data en 2017, por la fiscalía de Nueva York los sobrinitos de Cilia intentaron negociar con proveedores mexicanos de cocaína la liberación de Hermagoras González.
Los Flores, pretendían enviar desde Venezuela una carga de cocaína de aproximadamente 800 kilos, a cambio, de la asistencia en el despacho de la carga y de asegurar la liberación de González, además de un anticipo de $ 1 millón, por lo cual, fueron hallados culpables y sentenciados en EEUU.
Por dicha acción también, fue acusado de narcoterrorismo el enchufado Tareck el Aissami, quien se desempeñaba como viceministro en ese momento, presuntamente facilitándoles tráfico internacional de drogas.