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“Dicen que soy tan viejo que ya tengo orden de aprehensión en cinco cementerios”… JV
“No hace falta hacer chistes sobre la muerte, porque ya es un chiste”… JV
El caso del multimillonario Shohei Ohtani y el peludo Ippei Mizuhara parece interminable. Dijeron ayer que el pecado fue de más de 20 millones de dólares.
La pregunta que sigue vigente y se repite cada día en las fuentes del expediente es: “En lugar de robo, ¿no apostaron en sociedad entre los dos?”.
Mizuhara dijo en inglés el jueves: “Técnicamente, lo robé”.
Pero es muy difícil entender qué hay de “técnico” en este asunto.
Los investigadores pudieron obtener el archivo de los mensajes que Mizuhara recibió y envió por teléfono celular. Primero descubrieron que en lugar de cuatro millones y medio de dólares, como se informó inicialmente, en el robo fueron 16. Y ayer ya se hablaba de 20 millones.
Ohtani aún no ha recibido 20 millones de los 70 de su primera temporada con los Dodgers, pero ha recibido 67.911.944 millones en sus últimos cinco años con los Angelinos. Eso significa que debes tener una cuenta bancaria bien cargada.
El archivo incluye 37 páginas de mensajes entre Mizuhara y el agente de la mafia.
“Sí, pero todo esto es una tontería”, le escribió el corredor de apuestas a Mizuhara. Obviamente no le robaste. Entiendo que es un trabajo encubierto, lo entiendo perfectamente”.
Esto parece indicar que Mizuhara apoyó a Shohei frente a los esfuerzos de apuestas.
Lo que Mizuhara respondió al gángster, usando la palabra “técnico”:
“Técnicamente, lo robé. Para mí todo ha terminado”.
Los investigadores insisten en que el corredor de apuestas parecía saber que Ohtani estaba involucrado. Pero se disculpó y afirmó que para ayudar a Mizuhara, sólo pagó sus deudas con la mafia. Incluso tienen declaraciones de Mizuhara que dice: “Lo hizo pidiéndome que nunca más me involucrara en estos temas”.
Pero Mizuhara lo negó poco después y afirmó: “Ohtani no estaba al tanto de mis deudas de juego”.
Como todos los mentirosos, Mizuhara quedó atrapado en sus mentiras. Parece que quiere decir la verdad y al mismo tiempo defender a su amigo Ohtani.
Mientras tanto, el comisario Rob Manfred y sus asesores, que están destruyendo el español en Internet, mantienen un silencio inexplicable, digno de un funeral de Papa. Y este es un problema escandaloso.
Agradezco a la vida por darme tanto, incluso a un lector como tú.
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