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El encuentro de los dos lderes en Caracas certifica los nuevos tiempos de giro continental a la izquierda, liderado por el nuevo presidente de Brasil, Lula da Silva
El primer efecto del triunfo de Lula da Silva, convertido ipso facto en el lder moral de la llamada Patria Grande que agrupa a izquierdistas, revolucionarios y populistas, se concret este martes con varios apretones de manos en Caracas entre el presidente colombiano, Gustavo Petro, y el lder chavista, Nicols Maduro. “Una hermandad que nunca debi ser quebrada”, tal y como resumi el exguerrillero 11 aos despus de que el entonces presidente Juan Manuel Santos acudiera tambin al Palacio de Miraflores para sellar su cercana a Hugo Chvez (“mi nuevo mejor amigo”, le gustaba decir al comandante supremo) y para pedirle su mediacin en las negociaciones con la guerrilla de las FARC.
“Es antinatural y antihistrico que Colombia y Venezuela se separen, ocurri en un mal momento. Separar las naciones se convierte en una aventura suicida. Recomenzaremos un camino difcil”, critic Petro a su antecesor, Ivn Duque, al frente del bloque continental que desafi el poder de la revolucin bolivariana.
“Amrica Latina es hoy faro de la democracia mundial”, sorprendi Petro a dos metros de Maduro, tras pedirle el fortalecimiento del sistema interamericano de derechos humanos. El “presidente pueblo” se mostr, en sus propias palabras, “muy receptivo a este interesante tema”.
Una peticin de poco peso ante las constantes vulneraciones de derechos humanos en Venezuela y que adems qued desdibujada al conocerse minutos antes que Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), ha presentado una peticin de autorizacin para que su oficina reanude la investigacin por crmenes de lesa humanidad.
Crmenes que sealan directamente al “hijo de Chvez”, a su generalato y a sus principales colaboradores, y que comprenden desde ejecuciones extrasumariales hasta torturas, pasando por violaciones sexuales, detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas.
El encuentro en Caracas certifica los nuevos tiempos de giro continental a la izquierda y refrenda la poltica de normalizacin emprendida por Petro con respecto a la dictadura bolivariana desde el primer da de toma de posesin. El primer encuentro presidencial sucede cuando slo han transcurrido 35 das de la reapertura comercial de la frontera binacional.
El exguerrillero fue siempre fan reconocido de Hugo Chvez, no as de su sucesor, con el que ha expresado ciertas diferencias. De hecho, el exministro Andrs Izarra, exiliado hoy en Europa, desvel que el ahora presidente fue ninguneado durante el funeral del lder chavista por sus sucesores, que siempre contaron con la senadora Piedad Crdoba como su principal ficha en Colombia.
Para los planes de Petro es fundamental contar con la connivencia de Maduro a la hora de pergear un nuevo acuerdo de “paz total”, en especial con la guerrilla del Ejrcito de Liberacin Nacional (ELN), estrecha aliada del chavismo que ha encontrado en Venezuela no slo un santuario; tambin forma parte del aparato de control social dispuesto por la revolucin. Ninguno de los dos presidentes hizo mencin a la guerrilla, aunque coincidieron a la hora de reclamar la recuperacin de la frontera.
Atrs quedan, de momento, los constantes desencuentros entre “dos pases que tenemos una marca en la Historia y un destino comn”, insisti Maduro, quien resumi la cita histrica en Miraflores como un “primer encuentro fructfero con buenos resultados”, recogidos en una declaracin conjunta. En ella se confirma la intencin de que Venezuela regrese a la Comunidad Andina y de defensa medioambiental del Amazonas de cara al encuentro de la semana que viene en Egipto.
“Si en vez de normalizar una dictadura quiere abonar a una solucin y a la defensa de derechos humanos, puede sumarse a la exigencia de elecciones libres y justas”, record en la distancia Juan Guaid, presidente encargado que ha perdido el apoyo de Colombia tras la victoria electoral de Petro.
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