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Brasil, decimosegunda economa mundial, contendr la respiracin esta viernes con el debate entre los dos candidatos
Le sucedi a Hillary Clinton, pero no debera volver a sucederle a Luiz Incio Lula da Silva. En 2016, la candidata demcrata a la presidencia admiti haber sentido “la respiracin en la nuca”. La respiracin de quin? La de Donald Trump. Lo que sinti seis aos despus Lula, en octubre de 2022, fue la mano de Jair Bolsonaro sobre su hombro. Debera haber sido, eso s, la primera y la ltima vez.
Brasil, decimosegunda economa mundial, contendr la respiracin en la noche de este viernes con el debate entre Lula y Bolsonaro, dos hombres que pelean encarnizadamente por instalarse a partir del 1 de enero de 2023 en el Palacio del Planalto, pero que en los estudios de la poderosa Rede Globo debern someterse a un veto: no podrn tocarse.
Los debates presidenciales son casi una institucin en Brasil, un momento en el que los medios hacen sentir su poder y someten a los candidatos a una serie de regulaciones y limitaciones que no son habituales para ellos. Se habla de “candidato Bolsonaro”, no de “presidente”, se les corta el micrfono cuando se pasan de tiempo y un comit ad hoc rechaza o acepta los pedidos de rplica.
Pero lo de no tocarse es una novedad. El electrizante debate de hace 11 das sufri un giro cuando Bolsonaro, en el tercer bloque, pos su mano de manera condescendiente sobre el hombro de Lula. El actual presidente sorprendi al dos veces jefe de Estado (2003-2011) y aprovech esa imagen para generar incontable cantidad de memes en los que se proclamaba como vencedor del debate.
Eso no volver a suceder, aunque se esperan sorpresas en el debate que se celebrar en Ro de Janeiro. Lula, candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), tiene una gran experiencia en debates: es su sexta campaa presidencial desde la primera en 1989, y eso le dio un envidiable manejo de los tiempos y una relacin muy natural con las cmaras.
Bolsonaro, al que en el primer debate le cost encontrarse cmodo hasta que encar el cuerpo a cuerpo con Lula, tambin se guarda ases en la manga: su equipo tiene una relacin muy fluida con el de aquella campaa de Trump. En lo hecho por el republicano en la camino a la Casa Blanca se inspiran muchas decisiones y movimientos del derechista brasileo, que llega al tramo final de la campaa creciendo en forma consistente, aunque an algo por detrs de su rival, segn las encuestas.
Pero las encuestas no atraviesan su mejor momento en Brasil, ya que fallaron gravemente en la primera vuelta, cuando subestimaron de forma clara el caudal de votos del actual inquilino del Planalto. La sensacin es la de una carrera cabeza a cabeza.
Y como la estrategia de Bolsonaro es siempre la de elevar la tensin y los decibeles, la recta final lleg con ms tensin.
El presidente acus el mircoles a la Justicia electoral -una potentsima institucin independiente en Brasil- de favorecer a Lula.
En un concurrido mitin, Bolsonaro aludi a una denuncia que su campaa present ante el Tribunal Superior Electoral (TSE), segn la cual decenas de radios dejaron de transmitir su propaganda gratuita, a la que tienen derecho todos los candidatos.
De acuerdo a la denuncia, se trata de 154.085 anuncios que no fueron transmitidos, sobre todo en el noreste del pas, una regin que es el fortn poltico de Lula.
“Soy vctima otra vez”, se quej Bolsonaro en la ciudad de Tefilo Otoni, en el estado de Minas Gerais, que constituye el segundo mayor granero de votos del pas. Es, adems, el “Ohio brasileo”: los resultados de Minas Gerais suelen indicar lo que suceder a nivel nacional.
“Ah est el dedo del PT”, insisti Bolsonaro, afecto a las denuncias de conspiraciones. El presidente moder en las ltimas semanas sus insistentes alusiones a que el sistema de voto electrnico -que funciona son problemas desde 1996 en el pas- es propenso al fraude. La pregunta, sin respuesta por ahora, es cmo reaccionar si en la noche de este domingo las cifras marcan una derrota suya por escaso margen.
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