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Su sensibilidad al olfato y su inherente simpatía por las personas hacen de Roger, un perro labrador que trabajó duro para salvar a la gente tras el terremoto de Taiwán, un ser muy especial.
Según varios medios locales, el perro había sido expulsado del servicio policial como perro detector de drogas porque era demasiado amigable y juguetón. Sin embargo, el terremoto de magnitud 7,4 que sacudió la isla la semana pasada fue la oportunidad perfecta para poner a prueba sus capacidades.
El perro de ocho años participó en la operación de rescate tras el peor terremoto que ha azotado Taiwán en 25 años.
Él y los rescatistas humanos entraron en el sendero Shakadang en el Parque Nacional Taroko y encontraron el cuerpo de una mujer que había estado desaparecida durante 21 años, según la Agencia Central de Noticias de Taiwán.
Aunque otros perros participaron en la operación, Roger se robó corazones porque pudo desempeñarse con agilidad a pesar de su fallido historial inicial como detector de narcóticos. Y aunque no pudo ser un perro policía, sí pudo demostrar que tenía mucho coraje, valentía y lealtad.
perros heroicos
Cuando ocurren desastres naturales, los perros de rescate juegan un papel muy importante a la hora de ayudar a localizar personas y cadáveres entre los escombros.
Los ejemplos de esta premisa abundan en la historia reciente.
Proteus es un perro pastor belga que fue llevado a Turquía para salvar personas durante el terremoto que sacudió ese país en febrero de 2023. Lamentablemente, este heroico personaje falleció en sus días laborales posteriores al suceso.
En Venezuela, el imaginario colectivo está dominado por el Rottweiler Orión, quien salvó a 37 personas durante el deslizamiento de tierra ocurrido en el estado La Guaira (antes Vargas) en 1999.
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