Rusia comienza a evacuar a los civiles de la regin de Jersn ante la situacin “difcil” de sus tropas

Miles de personas tratan de cruzar hacia la orilla este del ro Dnipro mientras que los ucranianos ya combaten a pocos kilmetros de la ciudad

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Un mensaje de texto lleg esta misma maana a los habitantes de cuatro grandes ciudades, incluyendo la capital, del blast (regin) de Jersn. El SMS pide a la poblacin que tome uno de los barcos de evacuacin que viajan a la orilla derecha del ro Dnipro (Dnieper, en ruso). A primera hora ya haba una cola de ms de mil personas esperando. Muchos de ellos tiran de maletas, nios, perros y gatos. Las autoridades rusas an no saben dnde van a realojar a tanta gente, pero se les informar “en las prximas horas”.

Esta ciudad, la primera que cay en manos de las tropas de la Z a los pocos das de comenzar la invasin y la nica capital de regin que han conseguido conquistar, ha sido ilegalmente anexionada a Rusia. Es decir, el avance ucraniano ya es por territorio que Mosc considera parte de Rusia. Esta decisin de evacuar se produce tras alegar la administracin ocupante que Ucrania pensaba bombardear la presa situada ms al norte, y que eso poda provocar peligrosas inundaciones. Pero geogrficamente los expertos sealan que estas inundaciones se produciran en la orilla opuesta del ro. Es decir, hay otras razones.

El gobernador prorruso de Jersn, Kirill Stremousov, habl hoy de situacin “en calma” en las calles de la capital pero Rusia puede querer evitar un escenario de combate callejero en una ciudad llena de civiles, muchos de ellos prorrusos o llegados de Rusia, ya que decenas de miles de ciudadanos proucranianos han huido a otras zonas del pas. El nuevo comandante de las fuerzas de Mosc en Ucrania, Sergei Surovikin, apodado en Kiev “el carnicero de Alepo”, concedi ayer una entrevista en la que se mostr pesimista sobre el destino de las posesiones rusas al oeste del ro Dnipro. “La situacin es difcil. El enemigo est decidido a bombardear las infraestructuras y los edificios residenciales de Jersn. Haremos lo que requiera el contexto en cada momento, sin excluir ninguna opcin”.

Lo que est admitiendo entre lneas es la dura realidad que sufren las tropas rusas al otro lado del ro Dnipro: los sistemas de misiles Himars en manos de Ucrania atacan la logstica y han inutilizado los dos puentes que unen las dos orillas, impidiendo el paso de los vehculos pesados como camiones y blindados. Adems, tambin han hundido varios pontones que los rusos intentaron establecer entre ambas orillas. La nica manera de cruzar es hacerlo en ferry, y sigue siendo un enorme riesgo, porque supone un transporte lento bajo el fuego de estos cohetes. Es decir, la guarnicin de Jersn, que incluye algunas de las mejores tropas rusas, est parcialmente aislada del resto del territorio ruso y puede ser embolsada.

Ucrania ha arrebatado ya cientos de kilmetros cuadrados avanzando desde el sur de la provincia de Krivig Rig, mientras que tambin salta de aldea en aldea desde el territorio de Mikolayev. Ayer mismo, las tropas ucranianas mostraban una foto en la que se ven un grupo de sus soldados retratados bajo las seales de trfico del blast de Jersn. Es decir, estn a unos 15 kilmetros de la ciudad y muy cerca ya de su aeropuerto, una de las bases rusas ms bombardeadas.

La decisin de sacar a los civiles puede anteceder una retirada tambin militar, pero an es pronto para saberlo. Segn algunos expertos, parece una decisin sensata, probablemente una de las primeras que toma Mosc en esta guerra. Putin quera mantener la ciudad hasta el ltimo hombre, segn decan fuentes del Kremlin, pero el general Sergei Surovikin quiz prefiera salvar todas esas tropas para usarlas en otras zonas ahora ms comprometidas, como el norte de Lugansk, aprovechando que el ro Dnipro, una vez que lo crucen de vuelta, har de frontera natural para evitar los avances ucranianos una vez pierda Rusia su orilla oeste.

Si Rusia fuera obligada a evacuar sus soldados igual que hace con los civiles tambin supondra otro golpe a la moral rusa, y una nueva derrota de Putin y sus objetivos polticos. Pero la opcin de permanecer defendiendo esa posicin con problemas para abastecerse y municionar, bajo la artillera ucraniana, no parece muy slida a medio o largo plazo. Mantener Jersn para los rusos supone hoy un enorme sacrificio que quiz ese ejrcito no pueda realizar a estas alturas.