Suecia: Ulf Kristersson, un primer ministro moderado bajo estricta tutela ultra

El Parlamento sueco aprueba el nombramiento del lder del Partido Moderado al frente de un Gobierno tripartito de centroderecha que slo resulta viable con el apoyo externo de los antiinmigracin de kesson

El futuro que tema la izquierda sueca, pese a considerarlo improbable hace apenas una dcada, se ha hecho realidad: el partido antiinmigracin Demcratas de Suecia (SD) ser la fuerza poltica dominante en la nueva legislatura. El centroderecha ha recuperado el poder, tras ocho aos de Gobierno socialdemcrata, pero lo ha hecho de un modo inslito en el pas nrdico: el tripartito con cristianodemcratas y liberales que encabezar el moderado Ulf Kristersson estar en realidad bajo estricta tutela del SD de Jimmie kesson.

De modo que la supervivencia del Ejecutivo depender de un partido que, desde su entrada en el Parlamento en 2010, haba permanecido aislado debido al cordn sanitario establecido entonces por el resto del espectro poltico, que lo consideraba xenfobo e incluso racista por su postura contraria a la antao tolerante poltica de extranjera sueca.

Tal y como se esperaba, Kristersson ha superado la votacin parlamentaria para ser nombrado primer ministro con 176 votos a favor y 173 en contra. “Este cambio de gobierno ser tambin un cambio de paradigma”, ha manifestado posteriormente. “Nuestra ambicin es cambiar el rumbo en Suecia. Vivimos varias crisis paralelas: la crisis energtica, la recesin y, no menos importante, los tiroteos (en referencia a que es el pas europeo que ha registrado ms muertes por armas de fuego en 2022, situacin que se achaca a los enfrentamientos entre bandas criminales de origen extranjero). Todo esto requiere un enfoque completamente nuevo”.

Aunque los socialdemcratas de la ya ex primera ministra Magdalena Andersson fueron los ms votados en las elecciones del 11 de septiembre, el 30,4% del voto obtenido fue insuficiente ante el crecimiento de la derecha. El SD, con un 20,6%, fue la formacin ms votada entre la oposicin, por delante de los moderados (19,1%), los cristianodemcratas (5,3%) y los liberales (4,6%), lo cual dej muy claro que un gobierno de centroderecha sera imposible sin su apoyo externo.

Tras ms de un mes de negociaciones, Kristersson y sus aliados, incluido kesson, presentaron el pasado viernes el denominado Acuerdo de Tid (por el palacete donde se celebraron las conversaciones), que establece las bases de una colaboracin que parece calcada a la que ya mantuvieron en la vecina Dinamarca el centroderecha y los antiinmigracin durante diversos periodos entre 2001 y 2019.

Incluso la terminologa es la misma. Al igual que Kristersson, kesson tambin habl de un cambio de paradigma en su intervencin ante el Parlamento: “Nos hallamos ante un nuevo comienzo para Suecia, con un cambio de paradigma en la poltica migratoria. Es importante que, con nuestro respaldo, tome posesin un gobierno estable que solucione los problemas que el antiguo fue incapaz de resolver, como la delincuencia o los precios de la energa”.

Entre otras medidas, Kristersson y sus socios desean reducir el nmero anual de refugiados de cuota acordado con la ONU de 6.400 a 900, as como endurecer considerablemente la legislacin antibandas mediante el aumento de las expulsiones del pas de miembros extranjeros, la duplicacin de penas por delitos relacionados con bandas, y la modificacin de las medidas de reduccin de condena para menores.

El cambio de paradigma afecta tambin a las polticas climticas. La nueva coalicin desea que Suecia pase de aspirar a un 100% de energas renovables a tener como objetivo un 100% de energas no provenientes de combustibles fsiles. “La forma de lograrlo es a travs de la energa nuclear”, ha asegurado Ebba Busch, lder cristianodemcrata. “Debemos cumplir nuestra parte del Acuerdo de Pars, pero sin destruir la economa sueca”.

La ex primera ministra Andersson no ha asistido a la votacin, limitndose a criticar el nombramiento de Kristersson desde su perfil de Instagram: “Necesitamos una poltica econmica y de bienestar responsable que pueda romper las desigualdades y que no es la que se refleja en el Acuerdo de Tid. La derecha ha presentado unos pactos que ignoran los verdaderos problemas de la sociedad y que corren el riesgo de empobrecer a los suecos“.

Mucho ms sombro se ha mostrado Per Bolund, portavoz de los verdes: “Hoy es un da oscuro en el que se ha dado va libre a un gobierno que llevar a cabo una poltica extremadamente autoritaria y nacionalista que dividir a Suecia, aumentar la pobreza infantil y abandonar a su suerte a la siguiente generacin cuando desmantele la poltica climtica. Es una traicin a todo lo que representa la solidaridad“.