Suella y los “comedores de tofu”

En todos los gobiernos hay siempre un ministro o ministra que va de provocador o provocadora por la vida y al final se lleva los palos. Eso es lo que est pasando en el Reino Unido con Suella Braverman, la secretaria de Interior que dimiti con Liz Truss, que volvi a su puesto con Rishi Sunak y que est constantemente en el ojo del huracn por unas razones o por otras.

Tras el caos migratorio de las ltimas semanas, Suella (conocida popularmente como Cruella) ha vuelto a la carga reabriendo esta semana la batalla cultural. No le basta arremeter contra los activistas de Just Stop Oil por el caos que estn causando en las autopistas, sino que ataca tambin a la polica por perder el tiempo “debatiendo el gnero en Twitter” en vez de detener a los manifestantes.

Ella misma defini a los activistas como “lectores del Guardian” y “comedores de tofu” en su ya legendaria intervencin en la catica conferencia del Partido Conservador. All lanz tambin su dedo acusador contra los defensores del medio
ambiente como la “coalicin anti-crecimento” y miembros del “wokerati“ (la elite de “wokes” o “espabilados” de la izquierda).

Esta semana les ha llamado “vndalos”, “militantes”, “extremistas” y “radicales” y ha extendido sus crticas a “los policas que dudan si pasar a la accin” ante los cortes sistemticos de las carreteras en protesta por la falta de accin climtica (pidiendo la “marcha atrs” en las ms de 100 licencias para nuevas explotaciones de gas y petrleo en el Mar del Norte).

Ms de 650 miembros de Just Stop Oil han sido detenidos en la cadena de acciones durante la cuenta atrs para la COP27. El recuento se ha incrementado esta semana con la detencin de tres periodistas (Charlotte Lynch, Rich Felgate y Tom Bowles) por el simple hecho de estar informando sobre la protestas.

Suella ha preferido pasar por alto el exceso de celo policial contra los periodistas y ha impartido rdenes terminantes a los agentes: “No ms distracciones polticamente correctas y vuelta a la viejas maneras de cumplimiento de la ley que todo el mundo merece y espera”.

Pero los “polis” han salido respondones. “No debemos acobardarnos porque alguien nos acuse pblicamente de ser “woke“”, ha declarado Martin Hewitt, al frente del Consejo Nacional de Comisarios de Polica. “Llamarnos “woke” es una manera fcil de criticar, ganar titulares y lograr difusin en redes sociales, pero no es algo que nos ayude de una manera particular”.

Con el inestimable apoyo de The Daily Mail -y su campaa particular cono “eco-fanticos”, “eco-terroristas” y cosas peores- Suella/”Cruella” ha lanzado una especie de ulimtum a las fuerzas policiales: “Las escenas que hemos visto, con la gente tomndose la ley por su mano, es una clara seal de la prdida de confianza, as que os pido que deis un paso al frente y cumplis con vuestro deber pblico”.

En medio del caos poltico de estas semanas, Suella Braverman ha impulsado una draconiana Ley de Orden Pblico con penas de hasta seis meses de crcel por “encadenarse” o “pegarse” al suelo, una prctica habitual de los activistas de Just Stop Oil. “No permitir que los manifestantes retengan como rehenes a los britnicos”, palabra de Suella. “Evitar que los servicios de emergencia lleguen a su destino o bloquear nuestras infraestructuras no es una manera de defende el inters pblico”.

Ms de 300.000 britnicos han firmado entre tanto una peticin, respaldada por asociaciones como Greenpeace, Liberty y Big Brother Watch, reclamando el bloqueo de la Ley de Orden Pblico por considerar que es “un intento de sabotear la democracia”.