Topes al gas y la incgnita de una Comunidad Poltica Europea: las claves de una Cumbre informal de los 27 en Praga

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unin Europea se renen hoy y maana en Praga para abordar la situacin de la guerra en Ucrania y las amenazas nucleares de Vladimir Putin, ms sanciones como represalia, el aumento de los precios de la energa, un posible tope al gas importado y otro al que se usa para generar electricidad. Una agenda cargada, intensa y delicada en un momento en que algunos socios piden abiertamente dar marcha atrs (Hungra), otros han irritado a los dems con sus medidas unilaterales aprovechando msculo fiscal (Alemania) y otros apuran sus ltimos das en el cargo antes de dar paso a una incgnita (la Italia de Draghi).

En realidad, la cumbre informal que arranca hoy en la capital checa no reunir slo a los 27. Hace unos meses, ultimando su presidencia rotatoria de la Unin, Emmanuel Macron propuso en lanzamiento de una Comunidad Poltica Europea, algo que todava no est muy claro en qu consistira, qu puede hacer y a quin debera incluir. A pesar de ello, la UE y muchos de sus vecinos (desde Turqua a Reino Unido pasando por los aspirantes en Albania, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia, Bosnia, Ucrania, Moldavia y Georgia) se sentarn durante unas horas en el saln espaol del castillo de Praga para hablar y profundizar. Tambin se sumarn Armenia y Azerbaiyn, ahora en guerra. Islandia, Liechtenstein, Noruega o Suiza.

Esta Comunidad Poltica se ide como una oferta a medio camino para acercar a los vecinos que en realidad no queremos tener demasiado cerca. Como las puertas de una ampliacin estn en la prctica cerradas desde hace una dcada, y no hay muchas perspectivas de cambio en por lo menos otra ms, la UE quiere forzar lazos ms fuertes con vecinos problemticos, como Turqua, con ex miembros complicados, como Reino Unido, y con quienes consideran esta opcin un engao, un fraude, y reclaman a gritos la entrada por la puerta principal.

El formato es informal dentro de una cumbre informal. No se espera un comunicado conjunto siquiera, una declaracin. Habr foto, buenas palabras, emplazamiento para la siguiente (probablemente en Moldavia) y unas cuantas mesas redondas para que 40 lderes hablen entre ellos. Es el mismo formato que se us recientemente en la cumbre con la Unin Africana, y eso quizs refleja con mejor precisin que cualquier adjetivo el alcance y la ambicin que hay ahora mismo. El objetivo no est claro. Todo el mundo tiene la sensacin de que puede estar bien y de que no hay razones para no hacerlo, pero no saben argumentarlo. Igual que la UE acab siendo algo muy distinto a lo que pareca por su embrin en la CECA, argumentan diplomticos comunitarios, algo similar puede pasar ahora. “Si no lo haces, no pasar nada. Si lo hacemos es posible que no lleve a ningn lado, que no cambie nada. Pero es posible que s, y por lo que cuesta, merece la pena intentarlo, sin duda alguna”, aaden esas fuentes diplomticas.

Precios de la energa

Europa se preocupa por los lazos de quienes tienen dudas, estn frustrados y tienen tentaciones desde otros lados, sea Rusia o China. Pero tambin tiene preocupaciones ms inmediatas, y no est permitiendo que lo urgente le deje abordar todo lo importante. La principal, sin duda, los precios de la energa. Durante la crisis que arranc en 2008 se dieron pasos sin precedentes, pero tras aos de dudas, enfrentamientos y prejuicios ideolgicos y dogmas econmicos. En la respuesta a la pandemia se hizo todo lo contrario, en fondo, forma y velocidad. Y ahora, con el mercado energtico, se est viendo una mezcla de ambas cosas.

La UE entendi que si iba en bloque y con toda su potencia de fuego el resultado poda ser positivo, tanto en vacunas como en devolver los niveles de PIB previos a la pandemia. Pero en la cuestin energtica no ha sido as. En los ltimos 12 meses el cambio ha sido dramtico y todo lo que decan en Bruselas, Berln y La Haya que era imposible, impensable, innecesario, absurdo, peligroso e irresponsable… se ha ido haciendo. Tarde, quizs demasiado tarde, pero se ha ido haciendo, desde permitir ayudas antes prohibidas a intervenir a fondo en el mecanismo de precios del sistema marginalista. Espaa, junto a Grecia, Rumana, Francia o Portugal, pedan una revolucin, “audacia”, medidas sin precedentes ante una crisis salvaje que tampoco tena antecedentes. La Comisin y los pases ms escpticos se negaban, se burlaba y despreciaban. Y poco a poco, con la prolongacin de la guerra, el chantaje ruso, el descontrol de la inflacin, las subidas de tipos de inters y la amenaza de recesin, han aceptado que la situacin es insostenible y que el peligro de no hacer lo impensable puede ser mayor que el riesgo de hacerlo.

La tesis permanente es que el sistema elctrico y energtico funcionaba, que haba costado 30 aos ponerlo en marcha y que debe ser preservado pase lo que pase. Pero los precios no bajan. Se han asentado pero en niveles cinco o 10 veces superiores a la media de los aos pasados y el continente, apremiado ante el invierno y con Mosc cortando el grifo a su antojo, no puede retrasarlo ms.

Despus de mucho dudar, de negarse, de ignorar las peticiones, incluso si venan en forma de carta firmada por 15 pases, como sucedi la semana pasada, la Comisin Europea ha dado un giro. “Si bien los precios del gas han bajado en las ltimas semanas, siguen siendo muy altos y suponen una pesada carga para las personas y nuestra economa. Necesitamos proteger nuestro mercado nico, que una y otra vez ha brindado resiliencia frente a la crisis. Adems, debemos preservar nuestra ambicin climtica acordada conjuntamente, que tambin mejorar nuestra soberana. Para evitar una fragmentacin grave, necesitamos una respuesta europea unida y comn. Necesitamos preservar la igualdad de condiciones, sin distorsiones del mercado nico y actuar juntos en un espritu de solidaridad reforzada entre los Estados miembros y con nuestros vecinos”, dice la carta remitida por Ursula von der Leyen a los lderes de los 27 de cara a la Cumbre checa.

Normalmente slo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, enva una carta as, pero no son tiempos normales. El pique entre Von der Leyen y Michel es pblico y notorio, su rivalidad, su competicin por la atencin y el liderazgo, y si toda ocasin es buena para acaparar titulares, pocas son mejores que sta. Von der Leyen dijo lo mismo el mircoles por la maana en Estrasburgo, en el pleno de la Eurocmara, pero ha querido recalcarlo y hacerlo con una crtica a Alemania, a su pas (pero no su Gobierno), por tomar medidas fiscales gigantescas mientras al resto se le piden medidas quirrgicas para no alimentar la escalada de precios.

En su hoja de ruta Von der Leyen aboga por negociar ya con los suministradores de gas para reducir los precios, en especial con Noruega. Con poner un tope (no queda muy claro cmo) al precio del gas que compra la UE, que es casi todo, porque el mecanismo de fijacin de precios que se usa desde hace aos est demostrndose ineficiente, manipulable e imposible de ajustar, dicen en su equipo. Y adems, poner tope tambin a cmo el precio del gas repercute en la factura elctrica. Hasta ahora se haba permitido hacer eso a Espaa y Portugal mediante el llamado Mecanismo Ibrico, pero se haban negado en redondo en que fuera para todos. El mes pasado se aprob un tope a los beneficios de las empresas que no usan gas para producir electricidad y las fsiles. Y ahora, finalmente, al gas en su conjunto con finalidad elctrica. La semana pasada la comisin todava se negaba, pero tras escuchar a los ministros de Energa reunidos en Bruselas el viernes ha entendido que la voluntad es otra. “Creo que la Comisin ha captado esta vez el mensaje”, dijo la vicepresidenta espaola Teresa Ribera al concluir la reunin. Y as ha sido.

“Los precios del gas estn impulsando los altos precios de la electricidad. Deberamos limitar este impacto inflacionario en toda Europa. Por eso, acompaando nuestra accin sobre el gas importado, estamos dispuestos a discutir la introduccin de un tope temporal en el precio del gas que se utiliza para generar electricidad. Esto debera reducir los precios de la electricidad, en previsin de una reforma estructural del mercado de la electricidad”, dice la carta de Von der Leyen. “Dicho lmite acordado por la UE debera disearse de modo que no aumente el consumo total de gas. Tal medida requiere requisitos vinculantes de ahorro para compensar las seales de precios ms dbiles y salvaguardar los flujos transfronterizos de electricidad subsidiada y hacia nuestros vecinos”, aade, vinculando as una posible intervencin completa con la activacin de un elemento de reduccin de consumo aprobado en julio. Entonces se fij en un 15% de forma voluntaria para todos los pases, pero que sera obligatoria en caso de necesidad (para el 7,5% en Espaa o Portugal). Y Bruselas cree que ir a por los precios, tanto del gas importando como del que se usa para electricidad, puede tener consecuencias inmediatas sobre el suministro y la oferta, as que cree inexorable que se reduzca de inmediato el consumo para hacer frente.

Los lderes debatirn informalmente estas cuestiones, pero de Praga debe salir esa hoja de ruta, alguna propuesta legislativa de la Comisin en los prximos das y un anlisis claro y competo del estado de la cuestin, de dnde est la voluntad, dnde est la iniciativa y dnde estn las lneas rojas, si es que a estas alturas queda alguna.