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El sistema inmunológico es definido por la ciencia médica como una red compleja de células, tejidos, órganos y las sustancias que producen, diseñada para ayudar al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades.
Para ampliar este tema, la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, compartió una serie de acciones que permiten adquirir hábitos saludables para proteger el sistema inmunológico y promover una mejor calidad de vida, en la niñez y la vejez.
Desde su cuenta en la red social “Es un sistema complejo, formado por muchos tipos diferentes de células que actúan coordinadamente entre sí y se distribuyen en diferentes lugares de nuestro cuerpo”.
En este sentido, señaló que cuando atacan patógenos o hay un cambio imprevisto, “las células del sistema inmunológico se activan y organizan la respuesta para matar al agente responsable del daño”.
Para garantizar una salud completa y proteger el sistema inmunológico, la ministra ha propuesto nueve consejos que te compartimos íntegramente a continuación:
- Hidratación adecuada
El 70% de nuestro peso corporal es agua. Es un componente esencial para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, de todos los órganos en general.
En el caso concreto del sistema inmunológico se combinan varios factores. Por un lado, el agua es fundamental para que los componentes del sistema inmunológico y los nutrientes que necesitan para su funcionamiento circulen correctamente. Por otro lado, se ha demostrado que los estados de baja hidratación nos hacen más vulnerables a los microbios. Sin ir más lejos, en el caso concreto del covid-19, hay estudios que demuestran que con las células mal hidratadas semanas antes de la exposición al virus se producen cambios en las células pulmonares que favorecen la infección.
- Dieta sana y equilibrada con poca sal
La dieta debe ser variada, comer de todo en la cantidad adecuada. Comer legumbres, verduras y frutas, especialmente cítricos, es muy importante para cuidar el sistema inmunológico. Yendo más allá, se ha demostrado que el consumo regular de frutas cítricas reduce la inflamación.
Además, existe evidencia de que tanto el consumo excesivo de sal como una dieta rica en grasas y alimentos ultraprocesados debilitan el sistema inmunológico.
Por el contrario, se fortalece si la dieta es rica en vegetales verdes que contribuyen a la microbiota y a la absorción de magnesio, zinc, selenio y vitaminas C, D o E.
Se ha demostrado que existe una estrecha relación entre la dieta, la microbiota intestinal, la salud mental y el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
- Sueño tranquilo
Dormir lo suficiente es esencial para una buena salud. Sin embargo, los problemas de sueño están a la orden del día en la sociedad actual. La ansiedad y las prisas constantes afectan la capacidad de dormir, tal como lo necesita nuestro cuerpo y nuestro sistema inmunológico.
Por si fuera poco, dormir las horas necesarias (7 a 8 horas) influye en el correcto funcionamiento del ritmo circadiano (períodos de luz y oscuridad) y con ello en la acción de hormonas como la melatonina, que a su vez es muy importante. para el funcionamiento de los glóbulos blancos, células esenciales del sistema inmunológico.
- Actividad física
Ni la edad, ni la condición física, ni siquiera la falta de tiempo pueden servir como excusa para dejar de hacer ejercicio. Según la OMS, 150 minutos de actividad aeróbica a la semana son suficientes para tener una salud óptima.
El ejercicio está relacionado con la liberación de ciertas endorfinas que son beneficiosas para el sistema inmunológico, que movilizan las células inmunitarias y mantienen a raya la inflamación. Además, el movimiento estimula la producción tanto de células óseas como de células del sistema inmunológico.
- Higiene
La higiene es otra medida fundamental, empezando por la higiene de manos (enfocada desde la pandemia) y la salud bucal. Tan importante como lavarse bien es secarse; de lo contrario, la piel permanecerá húmeda y favorecerá el crecimiento de hongos y otros microbios.
Desde el punto de vista del sistema inmunológico, el debate gira en torno a si una higiene excesiva en los primeros años de vida es contraproducente al impedir el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico para su maduración, aumentando así la aparición de enfermedades autoinmunes y alergias.
- Vacunación
En cierto modo, la vacunación se puede definir como el “aprendizaje” al que sometemos a las células del sistema inmunológico para que estén preparadas cuando se produzca una infección y sepan cómo afrontarla. Esto es especialmente importante en infecciones que pueden causar enfermedades graves.
La vacunación es más común en la infancia porque durante este período nuestro sistema inmunológico es más inmaduro y necesita aprender. Pero también es muy importante para las personas mayores o vulnerables. La edad es un factor fundamental en el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.
- Optimismo y naturaleza
El concepto de salud global de la OMS incluye la importancia de la salud mental y emocional para la salud física de nuestros cuerpos. Por tanto, también es un punto importante a recordar. Si bien el cortisol que liberamos en situaciones estresantes estimula el sistema inmunológico, existe evidencia de que estar de buen humor lo estimula. A veces dar un paseo por la naturaleza o escuchar música que nos ponga de buen humor es suficiente para fortalecer nuestras defensas.
El contacto con la naturaleza y vivir en un ecosistema sano y equilibrado favorece la salud de los animales, las plantas y las personas. Los colores de la diversidad natural y los sonidos del mundo natural generan armonía y un favorable estado de bienestar.
- Tener un propósito en la vida nos ayuda a vivir más
Un equipo de investigadores de la Universidad de Carleton (Canadá) y el Centro Médico de Rochester (Nueva York) determinaron que tener un propósito en la vida se asocia con un menor riesgo de mortalidad. La revista Psychoological Science señala que “encontrar dirección en la vida y establecer metas amplias de lo que desea lograr puede realmente ayudarlo a vivir más tiempo, independientemente de cuándo encuentre su propósito”, dice Patrick Hill, coautor del estudio.
Los investigadores señalan que tener un propósito en la vida puede animar a las personas a llevar estilos de vida más saludables y a ser más positivas, esperanzadas y alegres, elementos que podrían aumentar la longevidad.
Bailar, pintar, disfrutar de una buena lectura, la música y el compañerismo en los adultos mayores también contribuyen al sistema inmunológico y a la longevidad.
- Adiós a los malos hábitos
Por último, también debemos evitar malos hábitos que perjudiquen nuestra salud. Se ha demostrado que el abuso de alcohol es perjudicial. Por otro lado, hay evidencia de que los fumadores tienen más infecciones y son más graves.
La ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, expresó que un indicador de un sistema inmunológico debilitado “puede ser la aparición de infecciones de manera continua. En este caso debemos revisar los puntos descritos anteriormente e intentar mejorar nuestros hábitos”.
Añadió que “si el problema persiste, siempre es mejor consultar a nuestro médico para que realice un estudio más detallado y siga sus recomendaciones”.
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