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El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza informó el viernes que el número de palestinos asesinados por las fuerzas de ocupación israelíes ha aumentado a 32.070, incluidos más de 14.000 niños, en su ataque genocida al territorio.
Según el ministerio, en las últimas 24 horas los ocupantes sionistas masacraron a 110 civiles, la mayoría mujeres y menores.
Las víctimas de los bombardeos ascienden ahora a 74.398, mientras que alrededor de 7.000 personas siguen desaparecidas bajo los escombros de los ataques marítimos, aéreos y terrestres.
El Ministerio de Sanidad recordó que las fuerzas de ocupación mantienen por quinto día el asedio al complejo médico de Al-Shifa, donde ya han matado a más de 150 personas a las que Israel intenta presentar como presuntos terroristas.
Durante el asedio, unas 240 personas fueron detenidas e intimidadas, entre ellas pacientes, asistentes, personal médico y desplazados por los bombardeos de las fuerzas de ocupación.
Tel Aviv reiteró durante el ataque que estos detenidos eran militantes de la resistencia palestina o figuras de alto rango de Hamás y la Jihad Islámica.
El miércoles, el director de la oficina de prensa del Gobierno de Gaza, Ismail Al-Thawabta, rechazó esta narrativa sionista. Dijo que los muertos eran pacientes heridos y desplazados que se encontraban en el hospital.
Paralelamente, acusó a Israel de seguir mintiendo al mundo para justificar su genocidio y sus violaciones del derecho internacional y del derecho internacional humanitario.
Este viernes, las fuerzas de ocupación lanzaron ataques contra zonas de la ciudad de Gaza, incluido el barrio de Al-Rimal, donde se encuentra el hospital Al-Shifa.
También bombardearon zonas residenciales en Deir al Balah y el campo de refugiados de Nuseirat (centro), así como los campos de Beit Lahia y Jabalia (norte), cuyo número de víctimas aún está por determinar.
En las primeras horas, al menos ocho civiles murieron después de que los ocupantes bombardearan una casa familiar en Nasr, un barrio de la ciudad de Rafah (sur).
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