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Los rescatistas franceses buscaban el domingo a siete personas, incluidos dos niños, desaparecidas después de que violentas tormentas azotaron el sur del país, y la mayoría de ellas aparentemente fueron arrastradas en automóviles por puentes inundados.
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Una familia de cuatro miembros, entre ellos dos niños de cuatro y 13 años, quedó atrapada en las inundaciones cuando intentaba cruzar el sábado por la tarde un puente sobre el río Gardon en el pueblo de Dions, al norte de la ciudad de Nimes, indicó la prefectura.
El padre y sus dos hijos siguen desaparecidos, pero la madre, de 40 años, que también estaba en el coche, fue encontrada por los servicios de emergencia y trasladada al hospital, añade el comunicado de prensa.
En Dions, el domingo, un helicóptero sobrevolaba el pueblo y las aguas bravas del Gardon, mientras numerosos bomberos realizaban búsquedas, ayudados por drones y perros. El puente todavía estaba sumergido.
Los rescatistas también buscaban a dos mujeres, que se cree que tenían 47 y 50 años, que hicieron una llamada de emergencia en un puente en la ciudad norteña de Goudargues antes de perder el contacto.
Otro conductor, de nacionalidad belga, también estaba desaparecido y se temía que hubiera sido arrastrado por un puente en el pueblo de Gagnières, también en Gard. La carretera estaba cerrada y un agente de policía le pidió al conductor que no circulara por el puente, dijeron las autoridades.
Un pasajero de su vehículo, también belga, logró escapar y refugiarse en un árbol, antes de ser rescatado tras más de dos horas entre las ramas.
En el vecino departamento de Ardèche, el director de una central hidroeléctrica que vino a comprobar la instalación también está desaparecido desde el sábado por la tarde en el pueblo de Saint Martin de Valamas. La investigación continúa.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, dijo que los rescatistas llevaron a cabo un total de 35 operaciones mientras la tormenta y las lluvias torrenciales azotaban los departamentos de Ardèche y Gard. Añadió que se han encontrado todos los vehículos sustraídos pero que todavía “no hay rastro” de los desaparecidos.
La prefectura de Gard lamenta que, a pesar de las múltiples alertas sobre la llegada de la tormenta, “seguimos observando comportamientos peligrosos, en primer lugar para las propias poblaciones, pero también para las personas cuyo deber es acudir en su ayuda”.
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